@guerrerochipres

Hasta hace algunos años era impensable que los datos de incidencia delictiva se alinearan a la baja con la percepción de inseguridad de la ciudadanía. Hoy, ambos indicadores están en franca correspondencia en la Ciudad de México.

En la capital nacional se revela una baja sostenida en los delitos de alto impacto, en particular tres que carecen de cifra negra. El robo de vehículo con y sin violencia disminuyeron 65% y 57%, respectivamente, a enero de este año comparado con el mismo mes de 2019. El homicidio doloso se redujo en 65%.

Estos niveles de reducción son históricos. Desde hace al menos 15 años no se presentaba un promedio diario de 1.5 homicidios dolosos, como ha sido en el primer mes de este año.

Detrás de los datos duros ha estado la percepción de inseguridad, como una sombra de las estadísticas que pocas veces se había alineado en el mismo sentido. Este indicador se define a partir de tres aspectos: la seguridad, que se refiere a la sensación de protección general; el riesgo, referente a la posibilidad de ser víctima de un acto delictivo, y el miedo, que establece cambios en las actitudes o comportamientos de las personas ante la probabilidad de ser víctimas.

Las mediciones del Inegi revelan en la Ciudad de México un cambio sustancial en la percepción de seguridad de las y los ciudadanos. En marzo de 2018 —cuando se presentó el mayor registro— 92.3% consideraba inseguro vivir en la capital nacional, pero para el cierre de 2021 este indicador ya se ubicaba en 66.7%. Una mejoría de 25.6 puntos porcentuales.

Diversos factores explican este comportamiento, entre ellos la disminución en delitos que afectan el patrimonio y aquellos que atentan contra la vida. Además, la política de seguridad impulsada por la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, establece programas transversales que fortalecen la investigación y persecución de los generadores de violencia, pero también atienden las causas, para alejar a las y los jóvenes de la posibilidad de ser reclutados para actividades delincuenciales. En este progreso destaca la coordinación encabezada por Ernestina Godoy, titular de la FGJ, respecto de la Policía de Investigación y de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana, en relación con los elementos policiales con capacidades investigativas.

Construir espacios seguros y libres de violencia es una labor integral que demanda la participación de lo que en el Consejo Ciudadano llamamos el triángulo virtuoso: ciudadanía activa, cúpulas empresariales comprometidas y autoridades responsables.

La imagen de una urbe peligrosa ha cambiado. Hoy, en la Ciudad de México sus habitantes se sienten más seguros para vivir; lo demuestran ya los datos duros y los reportes de percepción.