Mauricio Juárez

 

Inédito lo que sucedió en el primer día de sesiones del Congreso mexicano. En la Cámara de Diputados una Banda de Guerra ingresó al Pleno para tocar el Himno Nacional y realizar honores a la bandera, algo que fue calificado por legisladores de oposición, como Emilio Álvarez de Icaza, del Grupo Plural, como la “normalización” de la militarización del país.

En el Senado, la Mesa Directiva (no hay nadie más facultado para hacerlo), que preside Olga Sánchez Cordero, ordenó sacar a los medios de comunicación del palco que tienen asignado para realizar su labor periodística.

Ambas situaciones pasaron prácticamente desapercibidas, toda vez que los temas del día a día consumen la información. En San Lázaro los diputados discutieron sobre la supuesta casa de José Ramón López Beltrán en Estados Unidos, y en el Senado sobre la fallida Comisión para Determinar la Existencia de Abusos de Autoridad y Violaciones a la Ley en Veracruz.

Sin embargo, estos casos se deben analizar. El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, metió a los militares al corazón del Poder Legislativo. Pretende hacerse visible ante el presidente López Obrador, quien, por cierto, dijo no conocerlo, para que lo bendiga con la candidatura al Gobierno de Veracruz.

En su campaña contra el INE, para empatar su estrategia con la del tabasqueño, preguntó en su cuenta de Twitter: “¿Merecen Lorenzo (Córdova) y Ciro (Murayama) ganar más que el Presidente, y tener apoyo de alimento, gasolina y seguro de gastos médicos mayores y de separación violando la Constitución?”.

Impuso dos respuestas: “Sí, con nuestros impuestos” y “No, que renuncien”. Cuando la primera llevaba 69%, borró la “encuesta”.

Hace unos días se subió al Metro de la Ciudad de México para preguntarle a los usuarios si estaban de acuerdo en que Lorenzo Córdova haya asistido a la plenaria de los diputados del PAN para hablar mal del Gobierno.

El ridículo y la lambisconería son el fuerte de este diputado.

En tanto, en el Senado se trató de impedir a los medios hacer su trabajo. La reportera de Excélsior, Leticia Robles, informó en su cuenta de Twitter sobre la medida ordenada por los mandos senatoriales. A los pocos minutos se les permitió el acceso nuevamente.

No hubo explicaciones y nadie se hizo responsable. La presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, ofreció una forzada disculpa. Sin embargo, fue una nueva agresión al trabajo periodístico en un país en el que en un mes asesinaron a cuatro comunicadores.

 

Directo. Dicen que Pedro Salmerón declinó el nombramiento como embajador en Panamá. Falso, el Gobierno de aquel país lo rechazó por los señalamientos que pesan en contra del historiador por abuso sexual.

Indirecto. Ricardo Aldana, cercano a Carlos Romero Deschamps y ligado al desvío de más de mil millones de pesos a la campaña presidencial del PRI en 2000, será el nuevo dirigente del sindicato de Pemex. El tufo de corrupción sigue saliendo del sindicato petrolero.

 

@maurijua