Tras el retiro de Ben Roethlisberger y Tom Brady, la NFL se ha quedado con un solo quarterback en activo que ha ganado más de un Super Bowl. La lógica tal vez podría deducir que Aaron Rodgers o Russell Wilson sería dicho mariscal de campo, pero la realidad es que no es ninguno de ellos, sino Jimmy Garoppolo.
Jimmy G ostenta dos anillos de campeonato, pero lo curioso es que en ninguno de los dos jugó tan solo un segundo. Ambos ocurrieron cuando aún formaba parte de los Patriots de Nueva Inglaterra y Tom Brady era el líder absoluto del equipo.
En la edición XLIX, en su temporada de debut en la NFL, logró ser campeón al derrotar 28-24 a los Seahawks, y aunque, no entró al campo en lo absoluto, se le atribuye que en la previa al encuentro, ayudó a la defensa de los Pats a prepararse contra la estrategia de Russell Wilson.
Dos años después, en el Super Bowl LI, Patriots venció 34-28 a Falcons, siendo el único jugador de Nueva Inglaterra que no disputó ni una sola jugada de ese partido.
En 2017 y durante plena campaña fue traspasado a San Francisco, por lo que no alcanzó a estar en otro Super Bowl que esa misma temporada volverían a alcanzar los de Bill Belichick, pero a diferencia de las ocasiones anteriores, perdieron contra Eagles.
Por lo que la ocasión más reciente en la que llegó a un Super Tazón, fue justo un día como hoy, 2 de febrero, pero de 2020, siendo ya titular por primera vez del partido más importante. Desafortunadamente para él, perdió 31-20 ante los Chiefs.
Actualmente el nacido en Illinois ha declarado públicamente que espera salir de los 49ers y ser canjeado a un equipo ganador, tras caer en la final de la Conferencia Nacional ante su rival divisional, los Rams.
Green Bay, Pittsburgh, Indianapolis, Houston y los nuevos Commanders, serían las opciones más viables para el futuro de Garoppolo.
LDAV