@guerrerochipres

 

Las repercusiones de la pandemia en la salud mental alcanzaron a las niñas, niños y adolescentes: ahora manifiestan cambios en sus hábitos alimenticios, en su conducta o en su estado de ánimo, lejos de la expectativa inicial y a la mitad de la pandemia respecto de sus atribuidas fortalezas.

Si en un principio se pensó que la afectación se concentraba en las limitaciones para la socialización, acentuada por el cierre de escuelas y la educación en línea, ahora se visualizan alteraciones en su salud mental fundamentales para las familias y el Estado.

Una encuesta de Unicef dimensiona los cambios que han tenido los menores de edad durante la pandemia de Covid-19. Uno de los más representativos está relacionado con desórdenes alimentarios.

El estudio ENCOVID-19 Infancia, realizado por la Universidad Iberoamericana y el organismo internacional, revela que entre mayo de 2020 —cuando se hizo la primera medición— y octubre del año pasado —fecha de la más reciente—, el porcentaje de niñas, niños y adolescentes que dejaron de comer o perdieron el apetito pasó de 4% a 11%. La encuesta de octubre determinó que uno de cada seis menores de edad come en exceso o sube mucho de peso.

De la misma forma como la pandemia y el confinamiento afectó la salud mental de las personas adultas, los NNA acusaron el impacto del miedo al contagio, suyo o de sus familiares; la frustración y aburrimiento al no poder realizar las actividades cotidianas, principalmente juegos y convivencia con amigas y amigos, o la incertidumbre ante la falta de información que les diera certidumbre sobre su día a día.

La ENCOVID-19 señala que, aunque vienen en disminución, los comportamientos más recurrentes en las niñas, niños y adolescentes son estar agresivo o terco (21% en octubre) y estar muy triste o con falta de ánimo (20%).

Entre las alteraciones que vienen en aumento están tener miedos nuevos o recurrentes (16%), no dormir o despertarse por la noche (14%), tener dolor de cabeza frecuente (12%) y pesadillas constantes (9%).

La salud mental es un derecho de todas y todos. Identificar las afectaciones es un primer paso para la activación de la cadena de apoyo familiar, comunitaria e institucional. Desde el Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Claudia Sheinbaum, hay acciones integrales que pasan por la reactivación escolar y la atención emocional a los NNA y una comprensión de la reactivación socioeconómica en cuyo entorno adquieren sentido.

Los datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México indican que más del 30% de quienes buscan apoyo psicológico en la Línea de Seguridad o Chat de Confianza (55 5533 5533) son menores de edad.

La estabilidad es base para tener un sano desarrollo en la escuela, en su relación con compañeras y compañeros y en la elección de sus gustos y preferencias. El rezago en cualquiera de estas áreas no podrá superarse sin esa justa medida de autoestima y certeza individual y colectiva.