José Ureña
 

Fue un cabildeo intenso.

Y tras muchas intervenciones el Gobierno de Pedro Sánchez autorizó al priista Quirino Ordaz como embajador de México en España.

Definitiva fue, y así lo destacó Marcelo Ebrard, los “buenos oficios y simpatías por México” del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

-Sánchez da oxígeno a López Obrador -interpretaron medios del viejo continente.

¿A cambio de qué?

Los secretos los tienen dos personas en especial: el secretario Ebrard y quien le dio seguimiento cercano, la subsecretaria Carmen Moreno Toscano.

Pero sí es posible hablar de lo imposible.

E imposible es esperar la petición de perdón de Madrid a México por hechos consumados hace más de cinco siglos o más.

Tema relevante porque es el punto del intríngulis al que entró la 4T con su persistente reclamo desde Palacio Nacional.

Desde el principio el Gobierno de Pedro Sánchez rechazó esa posibilidad y no va a someter su soberanía con altísimos costos internos.

NI PERDÓN NI REFORMA

El tema de la reticencia española se destapó aquí el 17 de diciembre.

Destacamos en esa ocasión:

-No son el hombre ni el nombre.

Ahora Quirino Ordaz ya no necesita investigar su situación en uno y otro gobierno y va con dos objetivos concretos: normalizar las relaciones bilaterales y buscar el milagro de la petición de perdón.

Lo primero es urgente.

Hay que borrar el enojo con tanta crítica a empresas de aquel reino con intereses muy grandes en territorio nacional.

Porque las mayores críticas ha sido para Iberdrola, punta de lanza para convertir a México en “tierra de conquista”, como censura el discurso presidencial.

España da seguimiento a la contrarreforma eléctrica del régimen y, como Estados Unidos, Canadá y otras potencias, piden respetar la inversión extranjera.

Y si la secretaria de Energía estadounidense Jennifer Granholm salió de Palacio Nacional con el compromiso de revisar caso por caso, ¿por qué no hacerlo también con España y Ottawa?

ECOS DE QUIRINO ORDAZ

1.- El viaje de Quirino Ordaz tiene otros impactos.

En el PRI Alejandro Moreno, Alito, verá partir al primero de los escogidos por López Obrador para exhibir la debilidad y la división de ese partido.

Atrás del exgobernador de Sinaloa vienen la sonorense Claudia Pavlovich y Carlos Miguel Aysa, a quien él encomendó Campeche cuando decidió venir por la presidencia priista.

A ver cómo lo resuelve, porque el desmantelamiento tricolor es acelerado.

Y en el Senado, Ricardo Monreal deberá hacer magia para conseguir ese nombramiento sin escándalos, pero mayores problemas tendrá con Pedro Salmerón.

Sólo Panamá puede frenar la obsesión presidencial en un hombre largamente señalado por acoso y violaciones.

Y 2.- Relegado por la historia y escondido por las estadísticas del desarrollo nacional, Oaxaca vive otra etapa.

Según el Inegi, el estado gobernado por Alejandro Murat terminó 2021 con el mayor índice de ocupación:

Exactamente 98.8%, casi empleo pleno.

“La reactivación económica de Oaxaca es una realidad”, dice Murat, exultante y en espera de los beneficios de carreteras y el Tren Interoceánico.

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