Para ser un líder austero -a pesar de vivir en un Palacio- el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene caprichos muy costosos, y no sería problema si el recurso para complacerlo saliera de su bolsa, lo malo es que somos los mexicanos quienes con nuestros impuestos debemos pagar la incapacidad de su Gobierno.

Desde que era presidente electo, López Obrador aseguró que la construcción del Tren Maya se haría sin tirar un solo árbol y sin afectar reservas ecológicas ¿alguien le creyó?

Luego de devastar al menos 20 mil árboles, el primer mandatario informó que habrá un cambio de ruta en el Tren que atravesará la selva en cinco estados del sureste del país, por lo que la deforestación no sólo fue un atentado contra el medio ambiente, sino en vano.

De acuerdo con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) los miles de árboles que talaron en la carretera federal 307 Cancún-Tulum fueron reubicados en plazas y parques públicos de Playa del Carmen, Puerto Morelos y Cancún. ¿En serio?

El costo de tener funcionarios leales pero sin preparación y sin conocimiento es muy alto, pero el capricho puede ser criminal.

Y no es el único proyecto que no le está saliendo bien al Presidente, de acuerdo con proyecciones de Bloomberg, la refinería de Dos Bocas, donde también destruyeron manglares para su construcción, costará 12 mil 500 millones de dólares, es decir, tres mil 600 millones de dólares más de lo previsto.

Además, es poco probable que la Refinería Olmeca, como se llamará, sea inaugurada este año como prometió el primer mandatario.

Y por si fuera poco, la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, le trajo un mensaje muy claro y directo al Presidente sobre las preocupaciones “reales” de su Gobierno ante el potencial impacto negativo de las reformas energéticas, propuestas por México, a la inversión privada estadounidense.

Es más, dijo que México es bendecido con un gran potencial de energías renovables que podrían brindar 10 veces la electricidad que requiere para abastecerse, crear millones de empleos bien pagados, y desarrollar una extraordinaria industria exportadora orientada a un mundo que requiere soluciones de energía limpia.

Ante ello, el Presidente, que se ha empeñado en señalar que existen contratos “ilegales”, pero que no ha presentado denuncia alguna contra los generadores de energía renovable, se comprometió a revisar uno a uno los casos de las empresas estadounidenses instaladas en México en materia energética. Revisión que seguramente también pedirán las empresas canadienses que se encuentran en la misma situación.

Parece que alguien no tuvo una buena semana.

 

Y en Pregunta Sin Ofensa:

Dice el presidente Andrés Manuel López Obrador que tiene un testamento político para garantizar la gobernabilidad del país, en caso de que él muera. ¿Y la Constitución?

 

@aguilarkarina