Foto: Pixabay El encierro durante el primer año de pandemia, sumado a las recomendaciones de los expertos en salud, generó un ambiente propicio para que el cambio de hábitos  

Antes de la pandemia, un mercado en crecimiento era el de los alimentos orgánicos, que hasta 2019 registraba un aumento fijo anual de 9.9%, pero con la llegada del Covid-19, el ánimo mundial era uno solo: fortalecer el sistema inmunológico a cualquier costo… aunque eso significara comer más frutas y verduras.

El encierro durante el primer año de pandemia, sumado a las recomendaciones de los expertos en salud, generó un ambiente propicio para que el cambio de hábitos también se viera reflejado en una alimentación más saludable. El resultado, incrementos sustanciales en la demanda de productos agrícolas con etiquetado orgánico.

En Italia se reportó un aumento modesto, del 7% durante el segundo año de la pandemia, en Estados Unidos y Reino Unido fue de casi 13% y en Alemania de 22%, alcanzando cifras de más de 61 mil millones de dólares y 15 mil millones de euros, respectivamente.

La etiqueta de “alimento orgánico” corresponde a un distintivo que solo poseen aquellos productos que prescinden del uso de pesticidas, antibióticos, fertilizantes artificiales u hormonas de crecimiento durante su cultivo. Aunque tiende a ser una característica que encarece los alimentos para el consumidor, eso no se ve reflejado en la cantidad o calidad de los nutrientes de las frutas y verduras que lo posean, sin embargo, el coronavirus fue suficiente para impulsarlos.

CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS

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