Vaya contradicción decir que encabeza un gobierno progresista, plural y de respeto a la libertad de expresión y, al mismo tiempo, ataca a las universidades y a todo intelectual o académico que no piense igual que él.

Este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador, llevó a cabo una embestida en contra de las Universidades que critican su actuación o evidencian las cifras del México real que echan por la borda sus otros datos.

En medio de la crisis económica, generada en parte por la pandemia de Covid-19 y del incremento de la violencia en el país, el primer mandatario criticó fuertemente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) al asegurar que se derechizó al aceptar el proyecto neoliberal y sus Facultades se llenaron de conservadores.

También criticó al Centro de Investigación y Docencia Económica el CIDE a quien acusó de formar cuadros sólo para el sector privado; además bajo su amparo, se nombró a un nuevo director, José Antonio Romero, que lo mismo amedrenta a profesores, estudiantes y personal; y también recortó 50% las becas de manutención para estudiantes de El Colegio de México.

A través de la Fiscalía General de la República, se inició una investigación en contra de académicos e investigadores del Conacyt, institución que se encuentra en crisis y extraviada bajo la dirección de María Elena Álvarez Buylla, quien ha dejado de lado la ciencia y ha colocado como prioridad la defensa de la denominada Cuarta Transformación.

Y por si no bastara, en el último concurso para sortear las residencias de los médicos cirujanos de la Facultad de Medicina de la UNAM, una gran cantidad de plazas se están dando en ciudades violentas y con gran presencia del crimen organizado, así como en lugares lejanos al centro del país, por lo que los estudiantes no tienen para solventar sus gastos, es más ni siquiera para el pasaje, y es que además les recortaron la beca de manutención.

Queda claro que para alguien que tardó 14 años en graduarse como licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM y que nunca se postuló para acceder a una beca y obtener un posgrado, resulte difícil apoyar a la ciencia, la educación y la investigación.

Y en Pregunta Sin Ofensa:

En Pregunta Sin Ofensa les desamos un muy feliz y próspero 2022.