Bárbara Castrejón Félix, estudiante de Contaduría Pública y Finanzas en el Tec de Monterrey campus Querétaro ha tenido la oportunidad de participar tocando el contrabajo en la orquesta sinfónica de la Universidad de Yeungnam, en Corea del Sur.
“El poder tocar otra vez frente a un público después de 2 años por la pandemia y con músicos talentosos, me volvió a iluminar mi camino, me recordó por qué amo la música”, expresó.
Durante el semestre agosto-diciembre 2021, alumnos de todas partes de la república mexicana iniciaron su intercambio, y su caso no fue la excepción, pues de las 5 vacantes a nivel nacional, ella logró ingresar a esta academia en el continente asiático.
Su intervención ha constado de tres conciertos abiertos al público, lo que ha representado un hito, pues previo a su llegada la orquesta estaba conformada solamente por estudiantes locales.
“Soy la única extranjera, y que ni siquiera está estudiando su carrera en música”, añadió Castrejón.
Primeras notas en el camino
Desde el comienzo de su vida universitaria se había fijado la meta de viajar, por lo tanto su planeación y organización, aunada a su interés por Corea del Sur la llevaron a realizar los pasos necesarios para concretar su intercambio.
“Hace como 8 o 10 años me empecé a interesar por la cultura asiática en general, me empapé de todo lo que pude, pues para mí era un sueño venir para acá”, externó la alumna.
Su predilección por el idioma, la música popular y las producciones audiovisuales fueron clave para aplicar a un proceso de varios meses, el cual resultó exitoso tras haber sido seleccionada como estudiante en su primera opción de plan internacional.
“Yo elegí la universidad de Yeungnam con la esperanza de tocar ahí, así que el primer día de clases me presenté en la facultad y sí, a pesar de existir una barrera del idioma, se me dio la oportunidad”, compartió.
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Obstáculos en la orquesta
No obstante, su pasión por el que resulta ser su instrumento principal, no surgió sino luego de haberse probado en otras áreas como el piano, el chelo, el violín e incluso, el baile, mismo que dejó por cuestiones de salud.
“Poco después se abrió una pequeña orquesta y decidí volver porque Bárbara con tiempo libre y sin actividades no es Bárbara. Siempre he estado rodeada de música, arte y cultura”, puntualizó la alumna.
Siete años de trayectoria en este instrumento, le posibilitaron ser acreedora a una Beca de Talento Artístico, destacándose por su participación en actividades LiFE (Liderazgo y Formación Estudiantil), como el grupo de Camerata, Folklore y Teatro Músical.
De manera análoga y con el objetivo de realizar parte de sus estudios en otro país, comenzó a trabajar para apoyar a sus papás con la inversión económica que eso implicaba.
“Con mi familia lo hablé y decidimos hacer un esfuerzo adicional para poder viajar, entonces encontré esta escuela que se ajustó a mis necesidades y elegí Corea, pues quería vivirlo y verlo con mis propios ojos”, describió la alumna.
Entrar orquesta: sueño cumplido
La oportunidad surgió luego de haber visitado la facultad en búsqueda de obtener un contrabajo en préstamo para continuar con sus prácticas. Sin embargo, una conversación con la directora de la sección de música lo cambió todo. “El grupo estaba ensayando, y ella me ofreció presentarme al director, quien me introdujo a los demás y me permitió ver.
Continuaron con su ensayo y en el break me dijo que si quería tocar y yo le dije que sí”, expresó con entusiasmo. Su participación ha comprendido la presentación de piezas clásicas en dos colectivos musicales.
Por un lado, la orquesta Junior, conformada por alumnos de primer y segundo año, por el otro, la denominada como Senior, con estudiantes de tercer y cuarto año. “Ha sido un semestre muy retador, pero a la vez muy emocionante.
A veces me da miedo no poder cumplir las expectativas o no estar al nivel de ellos”,reafirmó Castrejón.
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Orquestando armonías
“Siento que estoy dando la cara por todos los que no están estudiando música y son apasionados de ella, por los extranjeros que están acá estudiando”, añadió la alumna. Dijo sentirse honrada por ser parte de un grupo que la ha recibido con gran entusiasmo, permitiéndole explorar sus áreas de mayor interés.
El acompañamiento en este ciclo escolar ha sido clave, según explica, ya que sus compañeros músicos y amigos le han motivado a seguir adelante con lo que ella denomina ‘un sueño hecho realidad’. La orquesta continuará con sus presentaciones en el año 2022; sin embargo, la preparación es constante.
“Este último concierto salió muy bien, me sentí en el lugar correcto con las personas correctas”, reconoció Castrejón, quien enfatizó las horas de trabajo y esfuerzo que la han llevado hasta donde está.
“Las oportunidades existen y están aquí, pero a veces hay que saber buscarlas, tocar puertas y en cuanto pasen no hay que dejarlas ir. Yo pensé que sabía quién era Bárbara, pero en realidad estoy descubriendo una nueva versión de mí todos los días”, finalizó.
OC