Foto: AFP El sumo pontífice tuvo que dar declaraciones sobre la dimisión del arzobispo de París, Michele Aupetit  

Terminó el viaje del papa Francisco en el que visitó campamentos de refugiados, dejando un mensaje de apoyo y solidaridad ante la situación migrante que prevalece en fronteras y costas de la Unión Europea… pero no terminaron los problemas de la iglesia Católica.

Durante el vuelo que lo llevó de regreso a Grecia, el sumo pontífice tuvo que dar declaraciones sobre la dimisión del arzobispo de París, Michele Aupetit, que sucede enmedio del escándalo por abusos sexuales que enfrenta la institución en ese país europeo.

El exarzobispo renunció la semana pasada, al darse a conocer en la prensa francesa la relación “ambigua” que Aupetit sostuvo en 2012 con una mujer adulta, situación por la que se inició un proceso de investigación al interior de la arquidiócesis… y que finalmente llegó a ser del conocimiento de Bergoglio.

El Papa expresó que “cuando los chismes crecen y crecen, y afectan la reputación de una persona, esta no puede seguir gobernando (…) Y eso es una injusticia. Por eso acepté la dimisión del obispo Aupetit, no sobre el altar de la verdad sino sobre el de la hipocresía”, ante el grupo de periodistas que lo acompañaron en su viaje de cinco días a Chipre y Grecia.

La renuncia se suma al drama católico europeo, que desde octubre enfrenta el escándalo por abuso sexual en el que podría haber al menos 216 mil víctimas por parte de sacerdotes y religiosos, según la investigación llevada por Jean-Marc Sauvé, vicepresidente del Consejo de Estado francés, en el que estudia la pederastía en la iglesia del país de los últimos 70 años. El Papa dijo no haber leído dicho informe.

FRASE

“Cuando los chismes crecen y crecen, y afectan la reputación de una persona, esa persona no puede seguir gobernando (…) acepté la dimisión del obispo Aupetit no sobre el altar de la verdad sino sobre el de la hipocresía”

Papa Francisco

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