Foto: AFP Antonio Guterres, señaló la importancia de fomentar la vacunación y el acceso a las dosis de una manera más equitativa  

Falta llenar muchos blancos de información respecto a la variante Ómicron, surgida en Sudáfrica, sin embargo, las alertas ya fueron activadas.

Varios países cerraron sus puertas a viajeros de dicho país africano, el G7 llamó a tomar medidas estrictas de prevención en Europa, Estados Unidos se pronunció por estar preparados, pero dejando el pánico a un lado, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de cómo pueden surgir más variantes sin una vacunación equitativa.

La variante representa un riesgo global asociado “muy alto”, estipuló la OMS este lunes, debido a su alto número de mutaciones, pues se puede traducir en mayor transmisibilidad.

La agencia de salud de la ONU anticipa que aún existe amplio desconocimiento sobre aspectos básicos como su grado de transmisibilidad, la eficacia de las vacunas contra ella, la transmisión, la patología médica en diferentes grados de severidad y muerte, y si la variante presenta un patrón de gravedad diferente, sin embargo, afirma que la probabilidad de que se siga propagando a nivel mundial es alta.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, señaló la importancia de fomentar la vacunación y el acceso a las dosis de una manera más equitativa, y llamó a no aislar (aún más) a Sudáfrica, pues los puede perjudicar en otros niveles: “No se puede culpar a los habitantes de África por el nivel inmoralmente bajo de vacunas disponibles en ese continente, y no se les debe penalizar por identificar y compartir información científica y sanitaria crucial con el mundo”.

Ayer mismo, en una reunión convocada de urgencia por el Reino Unido, que ostenta la presidencia temporal del G7, los ministros de Sanidad de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón y Reino Unido reconocieron la importancia de garantizar el acceso a las vacunas y ofrecieron asistencia operativa a otras naciones.

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