Foto: Cuartoscuro El canciller instó a consolidar controles fronterizos  

El tráfico ilícito y el desvío de armas pequeñas y ligeras, así como su acumulación y proliferación en distintas zonas del mundo es una amenaza a la paz y a la seguridad internacional, aseguró el canciller Marcelo Ebrard.

Durante el debate abierto “El impacto del desvío y tráfico de armas para la paz y la seguridad” en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, expuso que se trata de un fenómeno global que propicia la violencia y genera desplazamientos.

Aseguró que diversas fuentes estiman que a diario 500 personas pierden la vida y otras dos mil resultan heridas por disparo de arma de fuego en el mundo. Mientras que -explicó- en América Latina se presentan cifras anuales de violencia y muertes por armas de fuego aún mayores.

Por lo que el canciller resaltó que se deben consolidar los controles fronterizos y fomentar la coordinación entre autoridades de los distintos países por donde las armas transitan.

En este sentido, recordó que México interpuso una demanda ante una Corte de EU contra fabricantes de armas, a los que acusa de negligencia y propiciar un tráfico ilegal, que ha causado destrucción de bienes y vidas, por lo que exige una indemnización por daños y perjuicios.

Sobre el caso, los demandados pidieron desechar la querella, pues sostienen que “no son responsables” del tráfico ilegal de armas, ya que cumplen con todas las leyes estatales y federal para fabricar y vender sus productos.

SE EJERCE PRESIÓN: EXPERTO

Al respecto, Carlos A. Pérez Ricart, profesor-investigador del CIDE, destacó que la intervención del canciller en la ONU se enmarca en la estrategia más global de la cancillería de México por poner el tema del tráfico de armas al centro del debate.

Explicó que la demanda es fundamental, porque durante años la infraestructura de seguridad ha estado puesta en México a Estados Unidos, para evitar que se trafiquen drogas de Sur a Norte.

“México está poniendo presión al Gobierno de Estados Unidos, además, creo que ésta es una muy buena estrategia diplomática, de alguna manera contrarresta el discurso de la guerra contra las drogas; es decir, si tú me apoyas a mí como país a que ponga atención en el tráfico de drogas, yo te pido a ti que nos ayudes con el tema de las armas. Entonces, es una manera de balancear la relación de seguridad con los Estados Unidos”, destacó.

LEG