Vaya cambio de postura y actitud tuvo Morena, luego de que el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, acudiera a Palacio Nacional a expresar las preocupaciones de su país por la propuesta de reforma energética del presidente Andrés Manuel López Obrador.

No parece casualidad que un par de horas después de esta visita a la casa del Presidente, los diputados de Morena y sus aliados legislativos, decidieran abrir la discusión de la reforma y aplazar su aprobación.

Apenas unos días antes, la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, decía a los senadores que no había reclamos de empresarios estadounidenses; ojalá ya la hayan puesto al día, porque sí los hay, y el máximo representante de Estados Unidos en el país fue claro.

La apertura a una mayor discusión de la iniciativa, que permita tener el punto de vista de todos los actores involucrados, es una buena decisión; no obstante, la preocupación es por la soberanía.

¿Será que en México tenemos un Gobierno malinchista? Desde que el Presidente envió su propuesta para otorgar más poder a la Comisión Federal de Electricidad, más allá de la opinión de la oposición (a la que la 4T nunca le hace caso), especialistas mexicanos en temas energéticos, económicos y legales, advirtieron irregularidades e incluso violaciones a la Constitución, pero tampoco fueron escuchados.

Es más, fueron acusados de neoliberales opositores al Gobierno federal, fueron acusados de querer beneficiar sólo a la iniciativa privada y perjudicar al pueblo, pero… llega Estados Unidos, anuncia preocupaciones y como por arte de magia la postura y actitud cambian.

Aunque Morena asegure que su decisión de ampliar la discusión obedece a su capacidad de apertura y negociación, lo cierto es que la casualidad del pronunciamiento de Estados Unidos, genera suspicacias y preocupación por la atención y la “obediencia” del Gobierno mexicano ante un país extranjero.

Por supuesto que tampoco podemos pasar por alto que el partido del Presidente no ha logrado obtener la mayoría calificada que le falta para hacer los cambios constitucionales para que la electricidad regrese a la rectoría del Estado a través de CFE.

Y cómo lograrlo, si una, otra y otra vez, el partido mayoritario ha maltratado a la oposición. Y es que -ni siquiera viendo la necesidad de negociar unos votos más- permitieron cambiar puntos y comas al paquete fiscal 2022 y, ya veremos el presupuesto.

La obediencia al máximo líder del país, ha metido a los coordinadores de Morena en un embrollo, pues prácticamente no tienen margen de negociación para conseguir los votos que les faltan. ¿Verdad que la soberbia puede costar muy cara?

Y en Pregunta Sin Ofensa:

Lo querían acorralar, lo querían dejar en ridículo, pero el presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, logró las palmas de propios y extraños ante su comportamiento y nivel de respuestas a los diputados federales de Morena y sus aliados. ¿Les habrán quedado ganas de volverlo a invitar?

 

@aguilarkarina