Foto: Especial Lozoya Austin está acusado por FGR de operaciones con recursos de procedencia ilícita, cohecho y asociación delictuosa  

Fue una lujosa cena la que terminó por meter a la cárcel al exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya.

El sábado 9 de octubre, Emilio Lozoya, quien dirigió la petrolera entre 2012 y 2016 bajo la presidencia de Enrique Peña Nieto, disfrutaba comiendo pekin duck en compañía de sus amigos en el prestigioso restaurante Hunan, con especialidad en comida china, ubicado en Reforma.

Las imágenes de Lozoya Austin difundidas por la periodista Lourdes Mendoza se viralizaron rápidamente indignando a cientos de mexicanos.

“Aún con brazalete el criminal confeso, Emilio Lozoya, se da la gran vida, Hunan de las Lomas, obvio, gracias a la protección de la Fiscalía General de la República. Ademas, le miente al juez de lo civil diciendo que está arraigado!!!!”, escribió la columnista.

Dos días después, el lunes 11 de octubre, cuestionado sobre estos hechos, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que si bien la escena no era ilegal, sí era inmoral y pidió a la Fiscalía General de la República (FGR) informar sobre el caso.

Poco después de las 12 del día, la Fiscalía informó en un comunicado que Lozoya tenía una prórroga para recabar pruebas a su favor hasta el 3 de noviembre, y que como testigo ha aportado diversas pruebas en los casos Odebrecht y Agro Nitrogenados que se han ido desahogando.

Esa semana se desató toda una polémica pues aseguraban que el exfuncionario peñista exhibía sin vergüenza el pacto de impunidad con las autoridades mexicanas.

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Por ello la defensa legal del exdirector de Pemex explicó que Lozoya Austin no se encontraba en arraigo domiciliario y que portaba un brazalete electrónico.

No obstante internautas y periodistas difundieron un documento del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México que señalaba lo contrario, en el último párrafo se menciona que el señor Emilio Lozoya se encontraba «arraigado» en su domicilio.

“¡Basta de impunidad!” se leía en una manta colocada por las senadoras del PAN, Xóchitl Gálvez, Josefina Vázquez, Kenia López y Martha Márquez el 12 de octubre en el patio del Senado de la República.

El tiempo fue pasando y la icónica imagen se olvidaba, pero este 2 de noviembre la defensa del exdirector de Pemex solicitó una sexta prórroga para presentar pruebas por el caso de los sobornos entregados por la empresa Odebrecht.

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Sin embargo, la FGR se opuso a dicho recurso al considerar que no era necesario realizar más investigaciones periféricas al caso.

Este 3 de noviembre el exfuncionario federal se presentó de manera presencial al Centro de Justicia Penal con sede en el Reclusorio Norte para su audiencia.

Cinco horas después de su llegada, fue puesto a prisión preventiva justificada y permanecerá en el Reclusorio Norte, luego de que la FGR, Pemex y la UIF lo solicitaran debido a que Lozoya Austin ha incumplido el criterio de oportunidad que se le ofreció y porque existe riesgo de fuga.

Lozoya Austin está acusado por FGR de operaciones con recursos de procedencia ilícita, cohecho y asociación delictuosa.

klcg