Foto: Especial Los primeros defensores de Abiy dicen que no solo engañó al mundo, sino también a su propio pueblo, que ahora está pagando un precio muy alto  

Abiy Ahmed Ali es el actual primer ministro de Etiopía, el segundo país más poblado de África, esto lo consiguió el 2 de abril de 2018 y en octubre de 2021 juró mandato para continuar en el cargo cinco años más. Es un ingeniero informático, militar, político y estadista etíope que tenía la ambición de llegar al poder y a la política de su país.

Previo a su elección como primer ministro de 2018, Abiy también fue nombrado diputado de la Asamblea Parlamentaria Federal en 2010 y fungió como ministro de Ciencia y Tecnología entre 2015 y 2016. A sus 42 años, Abiy Ali era la persona que prometía llevar la paz, la prosperidad y la reconciliación a un rincón conflictivo de África y a una nación al borde de la crisis debido a un conflicto en el Tigré.

Abiy inició su Gobierno con ambiciosas reformas: liberar a miles de presos políticos, levantar restricciones a la prensa, acoger a exiliados y partidos de la oposición, nombrar a mujeres en su gabinete, abrir la economía del país fuertemente controlada y negociar la paz con la vecina Eritrea.

Gracias a estas acciones, el primer ministro fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz el 11 de octubre de 2019, por “haber logrado la paz y la cooperación internacional”. Según el Comité del Nobel de la Paz, el premio también tiene el propósito de “reconocer a todas las partes que trabajan para la paz y reconciliación en Etiopía y en las regiones del este y noreste de África”.

Ahora, con Etiopía enfrentándose a una guerra que parece no tener fin en el Tigré, decenas de miles de personas mueren en esta región y cientos de miles se enfrentan a condiciones de hambruna, según la ONU, lo que ensombrece el prestigio del mandatario.

Los primeros defensores de Abiy dicen que no solo engañó al mundo, sino también a su propio pueblo, que ahora está pagando un precio muy alto.

En los últimos meses, Abiy ha intentado esquivar la condena internacional prometiendo proteger a civiles y abrir el acceso a la ayuda humanitaria. En octubre pasado juró oficialmente por un segundo mandato de cinco años. La victoria electoral, que su gobierno considera un espaldarazo a las reformas democráticas iniciadas desde que llegó al poder en 2018, está empañada por la guerra en el Tigré, detonada el 4 de noviembre de 2020.

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