Foto: AFP El estratega clave  

Legisladores estadounidenses declararon ayer en desacato a un aliado clave del expresidente Donald Trump por desafiar una citación para prestar testimonio ante una comisión del Congreso sobre el ataque del 6 de enero contra el Capitolio.

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Steve Bannon, exestratega del gobierno de Trump (2017-2021), es el centro de atención por el papel que pudo haber tenido en la organización del asalto y su eventual coordinación con Trump y la Casa Blanca.

La Cámara de Representantes aprobó remitir el caso de Bannon a los fiscales federales, al Departamento de Justicia (DOJ, en inglés). Si es acusado formalmente, el litigio podría durar meses, o incluso años, lo que podría frustrar la investigación.

“El señor Bannon está solo en su desafío y no lo toleraremos”, dijo el presidente del comité, Bennie Thompson, “no permitiremos que nadie descarrile nuestro trabajo porque nuestra labor es demasiado importante: ayudar a garantizar que el futuro de la democracia estadounidense sea fuerte y seguro”.

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Los investigadores consideran fundamental el testimonio de Bannon para tener una comprensión clara de las acciones de Trump antes y durante el ataque al Congreso, donde los legisladores estaban certificando la victoria electoral de Joe Biden.

Varios señalaron los comentarios que hacía Bannon en su podcast en los días previos y en la mañana de la insurrección: “Mañana se va a desatar un infierno (…) Este no es un día para la fantasía, es un día para la concentración maníaca. Concentración, concentración, concentración”, y “vamos a entrar justo al objetivo, ¿de acuerdo? Este es el punto de ataque que siempre quisimos”.

Bannon, de 67 años, debía comparecer la semana pasada ante el comité del Congreso que integran ambos partidos, pero dijo que los abogados de Trump le habían ordenado no presentarse por motivos de “privilegio ejecutivo”, que permite a los presidentes mantener confidenciales ciertas comunicaciones.

 

LEG