@guerrerochipres

 

El combate contra la violencia de género ha tenido en la articulación interinstitucional a su mejor aliado, como tuvo en las movilizaciones a su principal combustible desde hace tres décadas.

Prevenir y erradicar los delitos que lastiman la integridad de las mujeres convoca a la participación de todas y todos, desde la ciudadanía al visibilizar las conductas lesivas, las organizaciones al conformar redes de apoyo y las autoridades con políticas públicas encaminadas a protegerlas y castigar a los agresores.

La violencia en el hogar es motivo central de atención pública por la afectación física y emocional que genera a los integrantes de la familia. Hasta un 80% de las agresiones provienen de familia consanguínea o elegida. Las huellas del machismo patriarcal desbordan todo slogan y a cualquier cliché.

Opuesta a esa práctica, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha enfatizado en la atención femenina empática y experimentada para hacer la diferencia a través de la Secretaría de las Mujeres, que encabeza Ingrid Gómez, y en colaboración con la titular de la Fiscalía General de Justicia, liderada por Ernestina Godoy.

Así se ha logrado funcionalidad al esquema de atención, que incluye el abordaje del tema in situ, es decir en domicilios de las zonas con mayor incidencia, a fin de encontrar solución con la sensibilización y el diálogo.

La FGJ, con los Centros de Justicia para las Mujeres, da espacio para el refugio inmediato a víctimas en riesgo de violencia feminicida. Hace cuatro años surgió el primero de ellos en Iztapalapa, la alcaldía más poblada de la capital de la nación.

Iztapalapa constituye un modelo específico, donde la alcaldesa Clara Brugada ha enlazado su propio esquema con el de otras instituciones e incluso algunos de sus programas han sido retomados en el ámbito federal. 

La respuesta ante el fenómeno de la violencia ha sido la prevención, comunicación y articulación con otras instituciones de la administración de la Ciudad de México.

El volumen de trabajo en general en los Centros de Justicia confirma su vocación y la de las políticas de género, para que las mujeres reivindiquen valores y derechos ante la autoridad. Cuando una es agredida dispone de medios de denuncia y defensa.

Este fin de semana se celebró el cuarto aniversario de las oficinas ubicadas en Iztapalapa. Actualmente la Fiscalía suma cuatro centros y va por otro más, del cual se coloca la primera piedra este miércoles en la Magdalena Contreras. Acercar la cadena de auxilio a las víctimas es fundamental en el proceso de empoderamiento ante los violentadores.

En esta cadena hay un importante aliado, que es el Poder Judicial de la CDMX, presidido por el magistrado Rafael Guerra Álvarez. En el 90% de los casos turnados, las y los jueces otorgan medidas de protección previstas en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Contra la impunidad se requiere más denuncia y más justicia eficiente.