José Ureña

Tal vez fue la presión.

Tal vez por ganar tiempo.

O tal vez para salvar el cargo.

Pero ayer, ante dirigentes y sus delegados estatales, Alejandro Moreno, Alito, soltó su compromiso:

-Estén tranquilos. Los diputados y senadores del PRI no vamos a apoyar la reforma eléctrica.

En tanto, llamó a participar en un gran debate nacional para saber cuál es la posición de expertos, técnicos, científicos, ecologistas, académicos, empresarios…

El encuentro de la cúpula priista y sus representantes en los estados fue privado, me narraron varios asistentes al encuentro, en el auditorio Plutarco Elías Calles.

Hubo cuidado para no atraer la atención de los reporteros de la fuente, aunque es difícil mantener la secrecía cuando asiste casi un centenar de personas.

Sobre todo cuando el PRI y sus legisladores están cercados por el encono presidencial y la amenaza de abrir expedientes en contra de varios de ellos.

NO, PERO TAL VEZ SÍ

Obtenido el dato central, hablé con priistas conspicuos.

Gente incómoda con el manejo patrimonialista del PRI por parte del presidente Alejandro Moreno, la secretaria Carolina Viggiano y el coordinador Rubén Moreira.

Ellos tienen esos cargos institucionales, pero detentan el control del partido y se repartieron las curules plurinominales, explicación de su presencia en la Cámara de Diputados.

¿Qué opinan los cuadros de larga carrera en el partido?

-No lo precisó Alito -dijo uno-, pero es evidente su posición, desde el mensaje original, de no aprobar la iniciativa como está. Pero muestra disposición a abrir un debate para aceptar algunos cambios y votar a favor.

¿Cuáles?

Helos aquí:

Primero el compromiso gubernamental de respetar las inversiones privadas, tanto nacionales como extranjeras, para no generar desconfianza.

En segundo lugar, secuencia de la anterior, será reducir la preponderancia de la CFE y tal vez llevar la proporción a 50 por ciento inversión pública y privada la otra mitad.

En el litio no hay debate: debe ser propiedad de la nación.

Pero de momento, coinciden partidarios y críticos de Alito, hace bien en rechazar presiones y llevar el debate hasta fin de año.

APERTURA ESTATAL

1.- Coméntelo en voz baja para no aparecer en los desmentidos de Palacio:

El Gobierno mexicano ha reforzado la comunicación con banqueros, empresarios, calificadoras y gobiernos extranjeros para anunciar una flexibilización.

Si López Obrador rechazó hacer concesiones en los términos de su iniciativa, tras los amagos de Moody’s Investors Service de bajar las calificaciones a México si instrumenta la contrarreforma.

El mensajero inicial es, ¿quién más?, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, pero luego se sumarán el canciller Marcelo Ebrard, embajadas y consulados.

Como decía El Divo de Juárez, ¿pero qué necesidad?

Y 2.- Contra el compromiso de rechazar la contrarreforma eléctrica, Alejandro Moreno hizo otro anuncio a su estructura territorial:

La próxima Asamblea Nacional del partido será el 11 de noviembre próximo y se prevé la asistencia de tres mil delegados llegados de las 32 entidades federativas.

-Ojalá no sea para reformar estatutos y dar gusto a López Obrador -desearon varios presidentes y delegados estatales.

LEG

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