El éxito de la serie El juego del calamar, de Netflix, ha causado furor entre los espectadores de la plataforma de streaming. Ante tal éxito, los expertos opinan que ello es debido a la catarsis que sufre el espectador al ver a los personajes enfrentándose contra el sistema.
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En la opinión del sociólogo Guillem Compte Nunes, profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, el éxito de El Juego del Calamar se debe a 3 factores principalmente.
En primer lugar, se debe a los estudios de mercado llevados de forma exhaustiva por parte de las grandes productoras, en donde se identifican las preferencias de consumo.
El sociológico considera que el segundo factor que influyó en el éxito de la serie surcoreana, va de la mano con las preferencias de los consumidores, como las “pasiones primarias universales como el erotismo, las situaciones violentas o aquellas que aluden a la incertidumbre e intriga. “Podríamos decir que están diseñadas para generar adicción psicosocial de corte televisivo o cinematográfico”.
Por último, cierra, las series cuya temática es la disidencia del orden económico y político actual apuestan por identificación de las audiencias a modo de “compensación de su pasividad política”, señala.
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Por lo que acusa es una las estrategias del régimen global neoliberal para que las masas disipen su frustración y pueda asegurar su perpetuación, a esto, él lo tacha de perverso y asegura “así, jugamos nuestro juego del calamar”.
Dentro de una línea argumentativa similar, Sofía Máximo Navarro, divulgadora científica y antropóloga por parte de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, explica que la serie El juego del calamar nos “pone de manifiesto los principios morales, económicos y políticos, de un sistema devorador del individuo”, de manera sencilla.
La antropóloga considera que el éxito de la serie se debe a que “nos podemos identificar con la moralidad que conllevan a las supuestas decisiones de los protagonistas. “Ante un sistema que apuesta a la desaparición moral y del individualismo a favor de la superación personal y otros supuestos sociales, el individuo se resiste a desaparecer y, por su capacidad racional, lucha por su supervivencia”.
La antropóloga finalizó al asegurar que esta “sed de venganza contra el sistema que tiene múltiples caras, en donde se le pueda ganar al menos una vez en un mundo ficticio” es lo que hace tan atractiva la serie y hace que sea “satisfactorio de ver, aunque sea a través de la pantalla”.
LEG