Foto: Captura de Video En el primer día de actividades, miles de capitalinos se dieron cita para ser parte de la FIL del Zócalo  

Eran cerca de las 11 de la mañana cuando personas de diversas edades empezaron a llegar a la Feria Internacional del Libro ubicada en el Zócalo de Ciudad de México.

En la entrada del lugar, un personal que portaba chaleco verde les proporcionó gel antibacterial a los asistentes quienes portaron su cubrebocas durante toda su estancia.

Una vez pasado los protocolos sanitarios, el público podía desplazarse de un lado a otro para ver los diversos libros a la venta entre los que figuraban El Diario de Ana Frank, Don Quijote de la Mancha, El Popol Vuh, La metamorfosis, El Conde de Montecristo, así como diccionarios y guías de estudio para ingresar a la universidad .

Los títulos tenían precios muy variados, había unos desde los 10 hasta los 700 pesos que en su mayoría eran más caros porque se trataba de libros especializados en temas de computación, ingeniería o matemáticas.

Como era de esperarse, los de 10 y 25 pesos eran los más concurridos mientras que los otros que tenían una precio elevado casi no tenían gente.

“¿No tienen uno más barato?”, alegaban las personas en los stands de libros especializados, quienes al obtener una respuesta negativa por parte de los vendedores se iban a otra editorial para encontrarlo a un precio mucho más económico.

Al ver la actitud grosera de los clientes, el semblante de los vendedores cambiaba, de ser feliz pasaba a uno triste y desalentador, situación que solo pasó por un tiempo porque minutos después ya había otras personas comprando los títulos.

Mientras unos compraban, otros disfrutaban de conciertos que tocaban música de los 80 ‘s con saxofón, trombón y guitarra.

Además, había otros stands de color blanco donde el público podía presenciar debates y presentaciones de libros que al mismo tiempo eran transmitidos en línea.

El tiempo pasó y la gente no paraba de llegar, algunos vestían pants, pantalón de mezclilla y tenis, otros por el contrario, iban más arreglados con traje y zapatos.

La forma de vestir era lo más irrelevante, solo importaba compartir tiempo en familia y comprar un buen libro.

Del 8 al 17 de octubre, la feria del libro contará con 340 editoriales y distribuirá 9 mil ejemplares gratuitos en homenaje a Antonio Helguera, Francisco G. Haghenbeck, Enrique González Rojo y Jacinto Barrera Bassols.

LDAV