Los hombres también se conocen por lo que heredan, y en el caso de algunos políticos las ascendencias o descendencias sanguíneas se convierten en tentáculos de la desproporción legal. Para todo funcionario público la ilegalidad representa una deslealtad al país, y esto no es un secreto porque es muy común en la historia de México.

El expresidente de México Miguel Alemán Valdés dejó a su hijo del mismo nombre con el apellido Alemán Velasco, quien fuera gobernador de Veracruz, y entre las acciones de este exgobernador creó la Línea aérea Interjet, que hereda a su hijo, Miguel Alemán Magnani.

En el proceso de cesión donde la presidencia del Consejo de esta empresa aeronáutica pasa a segundo término para fortalecer a Magnani, quien el 8 de julio del presente año fue acusado de defraudación fiscal por más de 66 millones de pesos a través de la aerolínea Interjet, según autoridades del Poder Judicial de la Federación.

Incluso, la Fiscalía General de la República solicitó la orden de aprehensión contra Magnani, tras una denuncia que presentó la Secretaría de Hacienda por el adeudo al SAT.

La Procuraduría Fiscal de la Federación establece que el empresario, como directivo de Interjet, omitió el pago del Impuesto Sobre la Renta correspondiente a diciembre de 2018.

En agosto de 2020, Alemán Magnani intentó, junto con el empresario Carlos Cabal Peniche, tomar a la fuerza el control de Radiópolis, cuyo socio es el Grupo PRISA, con 50% de las acciones, para quedarse con el control editorial de la compañía que opera 17 estaciones de radio en el país. El litigio sigue sin resolverse.

Volviendo a Interjet, esta empresa adeuda tres mil 300 millones de pesos por otro tipo de contribuciones y consumo de combustible a una empresa estatal, así como deudas de siete mil 500 millones de pesos con diversos acreedores. La aerolínea dejó de operar en diciembre del año pasado y un mes después estalló la huelga dejando sin empleo a más de cinco mil trabajadores.

Pero los herederos también heredan y uno de los hombres de confianza del exgobernador de Veracruz era Sergio Maya Alemán, sobrino en quinto grado del entonces gobernador, subsecretario y luego secretario de Finanzas en el Gobierno del estado, quien ejercía el cargo de asesor sin cartera, porque influía en Alemán Velasco en gran medida. Un asesor tras el trono.

Sergio empezó a trabajar por su cuenta y a buscar entre los acomedidos un prestanombres que pudiera mitigar sus ambiciones personales y de grupo, porque requería ayuda para adquirir hoteles, ranchos y terrenos a precios castigados.

Es entonces que aparece Ricardo Lara, caballerango y prestanombres de Sergio Maya Alemán, que se encarga de adquirir propiedades a mitad de precio bajo presión y luego, aprovechando la crisis que impuso la pandemia, adquiría inmuebles casi regalados, incluso monopolizaba áreas empresariales hasta convertirse en uno de los hombres más poderosos de Tuxpan, Veracruz, donde ha tenido enfrentamientos con obreros y trabajadores porque, al llegarle al precio a los líderes sindicales, deja al margen de las labores a quienes trabajan, principalmente en el gremio de los transportistas. Todavía hay mucho de qué hablar sobre Ricardo Lara, también conocido como uno de Los Panchitos.

PEGA Y CORRE.- El puente para justificar la presencia de agentes policíacos del vecino país en territorio mexicano está por derrumbarse al darse por cancelada la Iniciativa Mérida que México pide desaparecer… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

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