El de ayer no fue un buen domingo para el presidente Andrés Manuel López Obrador ni para el Gobierno.

Dos de las divisas de su Gobierno, el combate a la corrupción y la atención “primero a los pobres’’ quedaron en entredicho por dos hechos distintos.

El primero fue la exhibición de tres de sus colaboradores como beneficiarios de las empresas off-shore que se constituyen en paraísos fiscales para evadir obligaciones impositivas en los países de origen o de plano para tratar de ocultar fortunas.

Los #PandoraPapers revelaron que el consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, al que el Presidente llamó “mi hermano’’ justo el día de su renuncia, el actual secretario de Comunicaciones, Jorge Arganis y la pareja -que no es esposa, ni novia ni concubina- de Manuel Bartlett, director de la CFE, Julia Abdala, recurrieron a la creación de las empresas de papel por alguna razón que ellos mismos deberán aclarar.

Scherer dijo que la off-shore que le fue descubierta y que mantiene activos de 2 millones de pesos, fue creada antes de que fuera funcionario público y que los recursos son producto del ejercicio de su actividad como abogado.

Muy bien, ¿por qué recurrió a esa figura tan criticada y combatida por la 4T? Si los recursos eran propios de su actividad profesional particular aparentemente no habría necesidad de tratar de disfrazarlos u ocultarlos.

Lo mismo dijo Arganis y por ende deberá responder a la misma pregunta.

Lo de la señora Abdala será también un caso de análisis.

No hace mucho, una investigación del periodista Carlos Loret arrojó que la pareja Bartlett-Abdala tenía 23 bienes inmuebles con un valor multimillonario que no había sido reportado en sus declaraciones patrimoniales.

La Secretaría de la Función Pública, entonces en manos de Irma Eréndira Sandoval, hizo como que investigó y concluyó que no había delito porque no se probó la relación de pareja ¡después de más de 20 años de convivencia diaria en el mismo domicilio!

La pregunta es ahora si los bienes son de la señora Abdala o la off-shore se creó para ocultar los ingresos de Bartlett.

También el empresario minero y senador Armando Guadiana, el mismo que hace dos semanas pidió que la Unidad de Inteligencia Financiera investigara el uso de recursos públicos en las universidades figura en la lista.

En el otro tema, el de la supuesta atención prioritaria a los afectados, López Obrador tuvo que digerir el disgusto que le provocó que afectados por el huracán Grace, de Puebla y Veracruz, irrumpieran en una reunión que celebraba en Huauchinango, Puebla.

A pesar de que el Presidente siga repitiendo como mantra que, tras la desafortunada desaparición del Fondo de Desastres Naturales la ayuda llega “personalizada’’, eso no ha sido así.

Cuestión de hacer un recorrido por las decenas de municipios afectados por el meteoro en Veracruz, en Puebla, en Hidalgo -López Obrador no ha mirado a Tula-, para comprobar que los apoyos, a un mes de la desgracia, siguen sin llegar.

Que hoy no sirvan aguacate en Palacio Nacional.

****

En la continuación de la telenovela sexenal sobre la sucesión presidencial, el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, dio otro estirón a la liga.

Monreal aseguró al diario español El País -uno de los más criticados por López Obrador-, que él es “simpatizante’’ del Presidente, “una especie de socio de un proyecto de nación, pero nunca un subordinado incondicional’’.

Si la sigue estirando así, la va a reventar.

Y quién sabe si, en este momento, eso le convenga.