Foto: AFP Prometió que reconquistaría los bastiones obreros británicos perdidos ante los conversadores de Boris Johnson. Pero al líder laborista, Keir Starmer, serio y poco carismático, le está costando seducir en las propias filas de una centro-izquierda que le achaca falta de pasión.  

El desorden que la separación del Reino Unido de la Unión Europea ha traído al territorio gobernado por Boris Johnson se convierte ahora en una parte importante del trampolín político que ayudará a despuntar al Partido Laborista, que agrupa al movimiento de izquierda de la gran isla.

El líder de dicha agrupación desde hace año y medio, Keir Starmer, advirtió ayer en su mensaje anual, frente a sus copartidarios, que está preparado para un eventual liderazgo del Reino, en las elecciones previstas antes de 2024.

Y le dijo a Johnson: “Primer ministro, tome de una vez las riendas de la situación, o quítese de en medio y déjenos a nosotros arreglar este desastre”.

Starmer, quien ha luchado por consolidar un liderazgo debido a su pobre popularidad, ha intentado desmarcarse también de la línea más apegada a la izquierda radical de su predecesor, el más popular Jeremy Corbyn.

Pese al caos del divorcio del bloque (escasez que golpea a supermercados y gasolineras) y el elevado número de víctimas por la pandemia del coronavirus en Reino Unido (136 mil), los conservadores de Boris Johnson siguen por delante de los laboristas en las encuestas.

“Prometen acabar con las desigualdades pero ahora ustedes no pueden ni cargar gasolina”, lanzó en referencia a las numerosas estaciones de servicio cerradas por falta de suministro.

De padre obrero y madre enfermera, Starmer recordó sus orígenes humildes y aseguró que los laboristas pueden dar respuesta a los grandes retos de la Gran Bretaña.

“Johnson es un ilusionista que, tras llevar a cabo el Brexit, ya no tiene ningún truco bajo la manga”, acusó, “pero estos tiempos exigen un líder responsable”.

Con este discurso, que despertaba grandes expectativas y no pudo realizar en persona el año pasado, Starmer buscaba acallar a quienes le achacan una pésima comunicación, cuando aspira a superar una larga lista de derrotas electorales, entre ellas la debacle de 2019, su peor resultado en 85 años.

Ejército, a la carga… por Brexit

Los británicos habilitaron una flota de camiones cisterna conducidos por civiles y a miembros del Ejército para suplir la falta de conductores en el transporte de combustible. Responsables del sector observan los primeros signos de estabilización en la crisis que sacude al país desde hace seis días. Las filas en gasolineras son consecuencia de la escasez de mano de obra causado por la pandemia y el Brexit, con problemas de reparto que afectan a supermercados y cadenas de comida rápida.
LEG