Juan Manuel Torres Esquivel
 

Por: Juan Manuel Torres Esquivel

TikTok se ha vuelto una de las plataformas digitales más populares entre la generación Z, principalmente por su capacidad de generar contenido rápido y sin gran necesidad de edición. Su crecimiento ha asombrado a muchos, incluso ha generado “envidias” como la de Mark Zuckerberg, quien ha tratado de captar su esencia en Instagram.

No obstante, parece que el crecimiento de TikTok no se va a detener. Mientras que en 2017 la plataforma generaba un ingreso de 63 millones de dólares, hoy tienen ingresos por 1.9 mil millones de dólares, de acuerdo con cifras de Business of Apps. Su crecimiento de usuarios también ha sido exponencial pasando de 65 millones en 2017 a 700 millones en 2020; su popularidad yace principalmente entre los jóvenes, el 63% de los usuarios tienen menos de 29 años, nicho que además históricamente había sido abandonado por los políticos, mismos que poco a poco incursionan en esta red social.

A nivel internacional, son varios los políticos que tienen cuenta de TikTok, siendo el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, “el rey” en esta red social ¿A qué se debe su éxito? En primer lugar, ha entendido cómo comunicar en esta plataforma, pues usa  la comunicación digital para posicionar temas que le interesan a los jóvenes y que tienen relación con su agenda política. Habla de temas complejos como la economía y la seguridad nacional de una manera simple, para que el usuario lo entienda. Algunos críticos consideran que el Presidente está simplificando al mínimo temas complejos. No obstante, en materia de comunicación, él está logrando su cometido, alcanzar a una audiencia normalmente lejana de los temas políticos.

Otro político que lo hace muy bien es Emmanuel Macron, el presidente francés, pues tiene una comunicación frontal con el ciudadano y, además, se presenta con una imagen menos formal y más cercana a los jóvenes. A diferencia de Bukele, Macron no presenta una gran producción en sus videos, por el contrario se perciben poca edición y, eso sí, con una narrativa muy bien cuidada de lo que publica. Otra de las cosas que lo distingue, es que responde a preguntas que le llegan de los usuarios y aunque seguramente los cuestionamientos son previamente seleccionados, esto le permite mandar un mensaje de cercanía a los ciudadanos y transparentar su comunicación.

Finalmente, está la mexicana Alessandra Rojo de la Vega quien, a diferencia de los anteriores, tiene un perfil mucho más cercano al activismo. Se observa que su cuenta tiene una comunicación más cercana a los usuarios y su producción es menor. No obstante, algo que caracteriza a esta política/influencer es que ha aprovechado la plataforma para posicionar temas como materia de paridad de género y educar a los usuarios en éstos. Su contenido está enfocado a que los temas se entiendan, se ha logrado alejar de los extremos y habla desde todos los ángulos del mismo asunto, lo que la convierte en un referente para otros políticos que desean incursionar en esta red social.

Estos tres ejemplos pueden dar mucha luz a los políticos que están entrando en TikTok. No se requiere una producción millonaria como lo está haciendo el presidente de El Salvador, en realidad solo hay que tener contenido. La premisa “Content is King” sigue más viva que nunca. Si tu propuesta política carece de una línea discursiva clara, no tienes para qué entrar a TikTok, pues ahí los usuarios desean tener al político de frente a su cámara y conocer sus verdaderas motivaciones. Las pasadas elecciones y la infinidad de memes y burlas de los candidatos que entraron a bailar en TikTok para conseguir votos dan cuenta que los jóvenes sí están buscando propuestas. No quieren a gente participando en “challenges” para conseguir Likes, quieren contenido de valor, para prestarles 15 segundos de su atención.