OLIVER SANTÍN PEÑA

 

El pasado 15 de agosto, el primer ministro canadiense, el liberal Justin Trudeau, convocó a elecciones federales para el 20 de septiembre. El anuncio, que si bien no sorprendió en los círculos políticos del país, sí tomó desprevenida a una parte de la sociedad que no esperaba una campaña electoral ni tampoco tener que salir a votar cuando distintas regiones del país se encuentran lidiando aún con los efectos de la pandemia, pese a que Canadá cuenta con una de las mayores tasas de vacunación, que incluyen a toda la población mayor de 12 años.

Este llamado a elecciones se dio cuando el gobierno de minoría de Trudeau se encontraba con altos índices de aprobación en las encuestas, que hacían pensar en una victoria por mayoría que permitiera a los liberales encabezar un Parlamento sin obstáculos hasta el 2025, haciendo a un lado a los socialdemócratas del Partido Neodemócrata (NDP) con quienes tuvo que negociar para mantenerse en el poder durante la crisis sanitaria del 2020, justo cuando la mayoría parlamentaria opositora, encabezada por el Partido Conservador, buscó adelantar elecciones argumentando una mala gestión para encarar la pandemia.

Por ello, esta maniobra de Trudeau al convocar a elecciones adelantadas desde un gobierno de minoría, con encuestas a su favor, y un NDP comprometido a apoyar los esfuerzos del gobierno liberal para salir del escenario de crisis provocado por la Covid-19 fue considerado por diversos analistas como un intento ventajoso de Trudeau para verse favorecido en unas elecciones anticipadas y alcanzar una mayoría de asientos en la Cámara de los Comunes para su partido.

Sin embargo, las cosas no siempre ocurren como uno las espera y de pronto el líder del Partido Conservador; Erin O´Toole, comenzó a despuntar en las encuestas, sobre todo entre aquellos ciudadanos molestos con la idea de salir a votar en plena pandemia por considerarlo innecesario. El discurso de O´Toole, menos vociferante y disruptivo que el de sus símiles conservadores en Estados Unidos y México, que hacen de la confrontación y la división social su fuente de energía, encontró mecanismos de acercamiento con distintos sectores sociales del país, mostrándose como un potencial primer ministro.

Lo anterior, al mismo tiempo en que el líder del NDP; Jagmeet Singh, expuso a través de un lenguaje y una figura elegante pero cercana a los sectores menos favorecidos, las inequidades presentes en un país rico como Canadá, pero que mantiene a amplios sectores de la sociedad en angustia económica e incertidumbre. Los otros actores partidistas; el Bloque Quebequense, el Partido Verde y el derechista Partido Popular tomarán lo que el sistema electoral uninominal les permita, beneficiando sobre todo a la sobrerrepresentación del Bloque en Quebec, y desvaneciendo los bajos porcentajes de votación nacional de los verdes y la extrema derecha.

Para entender mejor los resultados e implicaciones de este proceso electoral para México, en el CISAN hemos preparado un par de conferencias internacionales los días 23 y 24 de septiembre a las 11 horas, que serán transmitidas en directo por nuestro canal en YouTube: CISAN UNAM.

 

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