En los últimos 35 años la tecnología ha avanzado de tal manera que durante la pandemia, donde la actividad comercial se vio obligada a ocupar el espacio virtual para sobrevivir, fue posible implementar herramientas que no solamente permiten la compra-venta digital, también una interacción más cercana y humana, lo que se traduce en la confianza del consumidor y en un modelo de “e-business“. Y si bien esto no es un requisito para tener un lugar en la web, sí es un factor para sobresalir entre tantos competidores.

“Una empresa que ha madurado en la etapa de comercio electrónico necesariamente avanzará a un entorno de e-business”, resaltó el especialista en informática Juan Salvador Gil Reyes en el seminario virtual “Evolución del comercio electrónico durante la pandemia en un contexto internacional”, añadiendo que en el pasado, en especial antes de la epidemia, en México y Latinoamérica existía miedo al cambio de paradigma, una gran barrera cultural de desconfianza que detenía al e-commerce en muchos aspectos.

“Uno de los grandes cambios es que las personas se sienten atendidas a través de los mensajes de plataformas, e-mails, chats y avatares”, explicó el ingeniero en computación, poniendo como ejemplo a los bots de charla, los cuales ayudan a que un cliente se interese más en un producto resolviendo dudas o problemáticas de manera automática, logrando así un “negocio electrónico” o e-business.

Por otra parte, el especialista en tecnologías de la información destacó que el comercio electrónico, específicamente el que se da entre empresas, ha evolucionado con los famosos marketplaces, sitios como Amazon o Mercado Libre son ideales para emprendedores que van comenzando por la baja inversión que exigen y su gran visibilidad en internet.

Sin embargo, no todo es color de rosa, porque los marketplaces también son conocidos por la gran competencia que generan. Por ello, el experto mencionó que aunque una página de internet propia requiere una inversión más alta y tarda más tiempo en llegar al público, es una excelente opción si una marca busca ganar confiabilidad desde su despegue.

Asimismo, el e-commerce tiene desventajas y algunas de ellas dependen de otros agentes que habitan en su mismo entorno, porque el licenciado en informática señaló que el hacking con fines no éticos, así como cuestiones ilegales, son factores que lo perjudican y degradan, además del desconocimiento, la falta de acceso a internet en algunos sectores de la población y la nula capacitación en herramientas para el comercio electrónico.

Pese a que actualmente el abanico de opciones para incursionar en las ventas digitales es amplio, Juan Salvador Gil finalizó con que México continúa con un 9% de penetración del e-commerce, cifra bastante baja en comparación con Estados Unidos, España y China que superan el 10%.

 

PL