Denis Villeneuve siempre quiso que su ambiciosa película de ciencia ficción Dune sea vista en la pantalla más grande posible. Su sueño se cumplió el sábado cuando la muy celebrada cinta hizo un llamativo estreno en IMAX en el festival de cine de Toronto.

Con terroríficos gusanos de arena gigantes, tribus interestelares en guerra y un elenco de primer orden con Timothee Chalamet, Javier Bardem y Zendaya, la muy esperada epopeya, basada en la aclamada novela, suscitó críticas elogiosas.

La ofensiva publicitaria de los estudios Warner Bros se trasladó de Venecia al mayor festival de Norteamérica el fin de semana, donde Villeneuve dijo a la AFP que “la forma adecuada de ver la película” es en formato de pantalla extragrande y envolvente.

Así “recibes toda la potencia de los paisajes, y es al mismo tiempo la mejor manera de (…) intimar con los personajes”.

Sin embargo, la cinta también estará disponible desde el 22 de octubre en pantalla pequeña en la plataforma Max de HBO, el mismo día en que llegue a salas.

La polémica decisión, anunciada mientras la pandemia mantenía cerrados los cines el año pasado, fue criticada por Villeneuve por no mostrar “amor por el cine, ni por el público”.

Pero hay más en juego que la visión creativa del autor canadiense, reconocido por la crítica y el gran público por realizar películas inteligentes para adultos como Sicario y Blade Runner 2049, en esta apuesta de 165 millones de dólares.

Aunque su versión de Dune divide la novela de 1965 de Frank Herbert en dos partes, Warner aún no ha dado oficialmente luz verde a la secuela, esperando probablemente juzgar el éxito de la primera parte.

Hay temores de que ofrecer la opción de ver la película en pantalla pequeña pueda afectar su rendimiento en cine, lo que prácticamente condenaría la secuela.

“¡No puedo decir nada! Si ocurriera sería fantástico”, dijo Villeneuve sobre los planes de una segunda parte en la alfombra roja de Toronto el sábado.

“Porque para mí (…) Dune 2 sería puro placer cinematográfico”.

“Reto”

Rebecca Ferguson, quien interpretó a la concubina real Lady Jessica, dijo que tampoco sabía nada sobre una posible secuela, pero que amaría hacerla.

“¿La ha escrito? No lo sé. Espero”, dijo a la AFP. “¡A menos de que prefiera a alguien más” para ese rol!”.

El hecho de que Dune se realizara es en sí notable, dado el terrible historial de intentos precedentes.

Aunque influenció profundamente clásicos de ciencia ficción como “La guerra de las galaxias”, la novela sobre la batalla por un valioso recurso llamado “especie” en un planeta hostil y desértico en el futuro ha sido considerada como difícil e incluso imposible de llevar a la pantalla.

Esto se debe en buena medida a su enorme escala, y los detalles complejos acerca de las varias religiones del universo, tecnología y familias enfrentadas al estilo de Juego de tronos.

La versión de David Lynch de 1984 fracasó después de que sus productores, alarmados por la demora en la grabación, la recortaran salvajemente. Mientras una versión previa del reconocido cineasta franco-chileno Alejandro Jodorowsky nunca pasó de ser un gigantesco borrador.

Pero Villeneuve dijo que no le amilanaban esos temores.

“Es un libro que me ha perseguido por casi 40 años”, dijo.

“Sabía que podía medirme al reto, cuando haces una película nunca sabes si va a ser un éxito o no. Es parte del juego. Es parte del riesgo de hacer arte”.

“No pensé en lo que se hizo antes”.

Sin embargo, eso no quiere decir que hacer la película fue sencillo.

“Fue técnicamente y por mucho la cosa más difícil que he intentado hacer con una cámara”, agregó Villeneuve.

El Festival de Cine Internacional de Toronto concluye el 18 de septiembre.

LDAV