Mercedes Román y Casillas fue la atleta más destacada de nuestro país en los Juegos Olímpicos de México 68, y hoy, a 53 años de entrar el Estadio Olímpico Universitario, la exatleta recordó la vida en el evento más emblemático a nivel deportivo en suelo nacional, y relató su vida después del retiro y la manera en que disfrutó Tokio 2020 desde la comodidad de su hogar.

Una infancia complicada, nada de excesos y lujos, pero mucho corazón para ser la mejor atleta mexicana, y para eso tuvo que hacer muchos sacrificios, pero con 75 años, es una mujer plena y satisfecha de los logros conseguidos, no solamente en el altetismo, sino también como jueza internacional.

“En mi casa no había lujos, nunca nos faltó nada, porque mi mamá siempre luchó por nosotros, pero vivíamos al día, con lo justo. Yo recuerdo que desde niña hacía mucho deporte, estaba en el volibol, pero después un entrenador me descubrió que tenía aptitudes para el atletismo y estaba en las dos pruebas, hasta que tuve que decidirme por una, y fue en el atletismo en la prueba de pentalón, que hoy es el heptatlón”, contó Román y Casillas con una gran sonrisa por volver a vivir esos años de juventud y de infancia.

El equipo de atletismo femenino estaba compuesto por cinco mujeres, y solamente dos clasificaron a México 68 dando la marca mínima exigida, el resto, llegó a la justa por invitación. Román estuvo en salto de longitud, pentatlón y el relevo de 4×100 metros con vallas, y además, fue la única que participó en pruebas individuales.

“Queta y yo fuimos las únicas que llegamos al dar la marca, pero a ella la eligieron para prender el pebetero olímpico, y no a mí, por mi color de piel. Pero todavía conservo la antorcha con la que ensayó Queta Basilio (ella prendió el pebetero y fue la primera mujer en hacerlo)”, relató en entrevista para 24 HORAS.

NADA DEL OTRO MUNDO

“Participar en los Juegos Olímpicos fue algo muy bonito, sobre todo cuando entramos al Estadio Olímpico, recuerdo que yo iba hasta atrás, pero entonces las Juegos no eran el furor que se vive hoy. Además, el entrenador no nos dejaba salir a ningún lado, así que no sabía lo que pasaba en la calle, pero para mí, no era la gran cosa, si era emocionante pero estaba concentrada en hacer mi trabajo. Ahora lo que se ve en la televisión es muy diferente, hay una expectativa enorme por los Juegos, y antes no era así”, asintió con una gran seriedad, pero también con la añoranza de esos años maravillosos.

UNA VIDA DEDICADA AL DEPORTE

Después del retiro en Múnich 72, Román y Casillas ya tenía su plan de vida, y es que para eso estudió educación física y se preparó para ser jueza internacional de atletismo, además de entrenadora, por lo que el momento de separarse en activo del deporte, no le pesó.

“El retiro no fue difícil, además yo tenía ya muchas lesiones y estaba cansada, pero también por eso me preparé y quise seguir en el deporte y organicé la olimpiada nacional por muchos años, además que fui entrenadora muchos años. Me jubilé en 2003”, enfatizó la mujer que vive con su perrita Pelusa y que es su fiel compañera de andanzas.

Hoy Meche, como le gusta que le digan, vive en la comodidad de su departamento, disfruta los deportes desde su sillón en la televisión, y para Tokio 2020, dijo que le impresionó que ahora hay atletas de más de 35 años en excelente nivel.

Le deben la naturalización

En los 60 México y España no tenían relaciones diplomáticas, pero cuando las autoridades nacionales le dan su carta de naturalización, junto con 200 españoles más, el responsable del acto protocolario les dijo que todo se lo debían a Meche Román por su digna representación de México en los Juegos Olímpicos, algo de lo que la exatleta se siente orgullosa

FRASES
“Hay algunos atletas que toman su vida olímpica con mucho entusiasmo y quieren seguir siendo olímpicos toda la vida. Pero yo sabía que eso se iba a acabar. Ahora los atletas quieren alargar su vida de deportistas”

“Me costó mucho trabajo el último año de la escuela, porque ya trabajaba en la UNAM, daba clases en una preparatoria, de ahí me iba a trabajar y de ahí a entrenar y llegaba a la casa a hacer tareas. Mi mamá me hablaba y ya estaba medio dormida. Así que fue difícil por el cansancio y el régimen difícil”

“Me emociona mucho, me encanta ver los Juegos Olímpicos, antes de que llegaran, estaba viendo la Liga Diamante. Claro que disfruto todos los deportes, pero por ejemplo, no me gusta ver los Paralímpicos, porque me parte el alma, me da gusto ver sus logros, pero es muy difícil”

“Somos una buena comunidad con todos los que participamos en México 68, nos reunimos seguido los que eramos amigos. Ahora vamos a Cocoyoc y somos cerca de 20 y el tema son los deportes (soltó una carcajada). La mayoría de los que estamos, ninguno de los hijos fueron deportistas”

LEG