Otra vez en 7 de septiembre, pero cuatro años después, habitantes de Guerrero, CDMX, Estado de México, Hidalgo, Puebla, Oaxaca, Querétaro, Tabasco y Colima volvieron a sacudirse con un sismo, ahora de 7.1 de magnitud con epicentro al suroeste de Acapulco, Guerrero.

20:47 horas marcaba el reloj, cuando la alerta sísmica sonó en la capital del país; de inmediato todos afuera, no importó la lluvia ni la pandemia; los mexicanos salieron de sus casas, oficinas, transporte público y restaurantes para ponerse a salvo.

El movimiento oscilatorio “que se hizo eterno”, no generó daños graves a inmuebles y, de acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, hasta las 22:00 horas no tenían reporte de pérdida de vidas.

No obstante alrededor de las 22:30 horas se confirmó el fallecimiento de una persona en Coyuca de Benítez, Guerrero, por la caída de un poste.

Hasta el cierre de esta edición, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, no reportaba daños ni pérdidas humanas por el sismo “muy fuerte” que tuvo epicentro en su entidad.

El 7 de septiembre 2017 también se registró un sismo en el país, en esa ocasión el epicentro se ubicó en el golfo de Tehuantepec, a 133 kilómetros al suroeste de Pijijiapan, Chiapas y la magnitud fue de 8.2.

Esta no es la primera vez que existe coincidencia en las fechas de los sismos en el país.

El temblor de 1985 ocurrió un 19 de septiembre y 32 años después, se registró el terremoto que dejó al menos 369 personas fallecidas e innumerables daños materiales.

El terremoto del 7 septiembre de 2017 ocasionó severos daños en los estados de Oaxaca y Puebla, con más de 20 mil casas destruidas y otras 40 mil con daños, además hubo afectaciones en Chiapas, con 14 mil hogares catalogados como pérdida total.

 

LEG