tigré
Foto: AFP La situación humanitaria de la región etíope de Tigré, devastada por la guerra, empeorará dramáticamente con consecuencias mortales: ONU.  

Este año el mundo ha visto cimbrarse al Estado afgano, al régimen democrático de Hong Kong colapsar y los magnicidios de los presidentes de Chad y Haití… y las crisis no parecen descansar.

Quizás no sea un tema común en nuestras conversaciones habituales, pero hay una guerra civil en Etiopía que detonó una crisis humanitaria: más de 90% de la población de la llamada región del Tigré necesita asistencia de algún tipo, alimentaria o sanitaria; más de 400 mil personas padecen hambruna, la violencia es rampante y 1.7 millones de africanos han sido forzados a desplazarse, según el diagnóstico de Naciones Unidas.

El mismo director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, lanzó un llamado de auxilio: “Mientras hablamos, la situación en Tigré etíope es, si tengo que decirlo en una palabra, ¡horrible!”.

Todo empezó el 4 de noviembre de 2020, cuando una base militar del Gobierno de Etiopía fue atacada. Acusaron directamente al Frente de Liberación de Tigré y se lanzó una represalia militar que no tiene fin. Y es que aunque Tigré negó la acusación, respondió militarmente al ataque… y así comenzó la guerra.

Tigré es una región al interior de Etiopía, país situado en el cuerno de África, y es gobernada por un grupo llamado Frente de Liberación. La región ha disfrutado de un alto nivel de autonomía bajo el antiguo modelo federalista del país.

Fernando Hernández, especialista en Estudios de Asia y África, determinó que probablemente el conflicto se alargará mucho tiempo, porque ninguna de las partes están dispuestas a ceder y los civiles, como siempre, tendrán que lidiar con los efectos catastróficos de la guerra.

“Las tensiones entre la región y el Gobierno central se han incrementado desde la toma de poder del primer ministro Abiy Ahmed, en 2018, cuando comenzó a impulsar reformas para debilitar el control político de las regiones y centralizar el poder, pero el Tigré quiere mantener su autonomía, por lo que se ha opuesto directamente a estas políticas”, detalló el docente de la Universidad Anáhuac.

El Gobierno está dispuesto a recuperar el control político del Tigré al costo que sea. Por lo que ha recurrido a tácticas como el corte de suministros alimentarios, energéticos y de asistencia humanitaria para doblegar a la región por la fuerza.

La situación podría ser categorizada como un genocidio porque según el internacionalista “hay un acto deliberado por parte del Gobierno central etíope de provocar una crisis humanitaria para doblegar la voluntad del pueblo”.

FRASE

“Para el Gobierno etíope se ha convertido en una cuestión de vida o muerte recuperar el control absoluto de esa zona del norte”

Fernando Hernández
Académico especialista en Asia y África

LEG