Después de cerrarse un explosivo mercado de verano en el futbol europeo, el Barcelona es hoy un equipo totalmente diferente al de los últimos años y que de esa manera tratara de hacer olvidar al equipo de Lionel Messi.

Históricamente, desde Johan Cruyff los azulgranas han tenido un sabor holandés y hasta un estilo de juego muy marcado hacia esos rumbos futboleros, podemos decir que tienen escuela neerlandesa, pues bien, hoy en una etapa tan difícil busca ahí precisamente olvidar al 10 argentino que les dio más triunfos que nadie en su historia.

El presidente Laporta está en el ojo del huracán y le da su apoyo a sus holandeses, a su técnico Koeman para que la fortaleza ofensiva del equipo recaiga en el medio campo en Frenkie de Jong y en el ataque con una dupla formada por Memphis Depay y Luuk de Jong.

Lo defensivo va de la mano del pasado con su gran portero Marc-André ter Stegen, con Pique y Sergio Busquets, con la esperanza, muy buena por cierto, de que Pedri se convierta en la gran joya del futbol español. 

Este será la columna vertebral de un equipo sobre el cual volarán muchos fantasmas, acostumbrado a ser el favorito para ganar todo en España y pelear por la Champions, sin embargo, hoy no luce mucho más fuerte que el Real Madrid o que el Atlético de Madrid en su competencia local y en Europa ya no los ven con tanta jerarquía como antes equipos como Chelsea, PSG, Bayern Múnich, Manchester City etc.

No será fácil para nadie en el Barsa esta nueva época, sobre todo para el joven Ansu Fati a quien le han dado la playera número 10, imaginen al Kun Agüero tratando de lograr cosas, cuando estaba seguro de pasarla muy bien con Messi, también el danés Braithwaite luchara por la titularidad.

Mientras tanto, Jordi Alba y varios más tratarán de ayudar para que los jóvenes puedan crecer en un ambiente de triunfos. Un ambiente siempre cargado de recuerdos de grandes éxitos y de nombres súper estelares.

Pero quien tendrá el máximo peso sobre la espalda es el presidente Laporta, quien no pudo retener a Messi, quien vio a Griezmann alejarse y fortalecer al campeón Atlético de Madrid, pero por si fuera poco, con mil deudas de una economía que se debilita y que no será nada fácil restablecer para volver a pelear por jugadores de alto rango.

La vida sin Messi no será la misma, y los aficionados ya reclaman a su directiva que no hicieron lo suficiente para retener al emblema del club, y que en cada partido que no tengan un resultado favorable en el marcador y con un juego vistoso, los abucheos seguirán como han sido hasta ahora.

Hoy el Barcelona no cuenta con las grandes figuras que lo llevaron a conquistar el sextete de la mano de Guardiola, y el trabajo de Koeman y su cuerpo técnico debe ser pleno para convencer que es el indicado para encabezar una nueva era de reconstrucción.

Este es el nuevo Barcelona, el Barsa después de Messi, veremos para que le alcanza.

 

@raulsarmiento