El lunes se realizó en Zacatecas un homenaje póstumo al pintor, grabador y escultor Juan Manuel de la Rosa, al evento asistieron las autoridades del estado, sus hijos y su compañera de vida, la actriz Diana Bracho, quien platicó con 24 HORAS
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El homenaje al artista se llevó a cabo junto a la develación de una de sus creaciones, una placa de bronce conmemorativa por el 475 aniversario de la fundación de Zacatecas llena de figuras abstractas y representativas del estado, la cual fue colocada en la plaza “Los Faroles”.
“Va a quedar Juan Manuel para siempre en el lugar que tanto amo a pesar de haber viajado por todo el mundo siempre regresaba su pueblo”, expresó Bracho.
El evento se llevó a cabo con pocas personas para conservar la sana distancia y de manera discreta como le gustaba conducir al artista. El próximo martes se realizará la inauguración de un salón en palacio de gobierno dedicado a la reflexión el cual llevará en una de sus paredes la obra “El camino del jade azul” realizada por Juan Manuel y la ceramista Karina Luna.
“Es un mural de 11 por 3 metros y medio ,yo me caí de espaldas de la belleza, es una cosa impresionante. Queríamos que no fuera un homenaje de ‘blablabla’ sino a su obra”, explicó Diana, quien conoció la obra recientemente.
“No fue mi culpa”, retrato de una realidad que se evade
Juan Manuel de la Rosa se dedicó a realizar mejoras a su pueblo Sierra Hermosa, Villa de Cos, por lo que su legado es el “proyecto de vida” del artista el cual materializó un club de lectura para niños, un museo, un taller de costura para mujeres, un taller de tejido y una cocina para que madres preparan desayunos.
“Hizo por su pueblo lo que nunca jamás se ha hecho por un pueblo aquí en México”, aseveró su compañera, quien asegura que todo el proyecto seguirá con vida gracias a la hija del artista quien quedó a cargo.
La actriz también considera que Zacatecas, “le debe un museo” a Juan Manuel, no solo por su extensa realización artística, sino también por todo el apoyo que le brindó al pueblo de tan solo 250 personas, además de que le gustaría que en la CDMX la obra de este pudiera tomar relevancia pues en vida el artista jamás quiso promoverse en la capital.
“Indefinible, inasible , cercano y lejano a la vez, maravilloso”, así definió Bracho a quien fue su compañero de vida y afirmó que él estaría muy contento después de todo lo que sigue sucediendo en su amado pueblo.