Juan Manuel Torres Esquivel
 

Esta semana en TikTok y en varias redes sociales circuló un video donde una persona, quien se identifica como “no binaria”, rompe en llanto luego de que su compañero le dijera “compañera”. Este video se viralizó ampliamente en medios digitales e hizo que la opinión pública digital se polarizara entre quienes estaban a favor y en contra del uso del lenguaje inclusivo en el español. Los memes y “odios” se hicieron ver y leer pero, al respecto: ¿Qué piensan en realidad los mexicanos en redes sobre el lenguaje inclusivo en el español?

De acuerdo con un análisis realizado por la Consultora de Inteligencia Digital Metrics, el 51% de los usuarios están en contra del uso del lenguaje inclusivo, mientras que el 49% se sintieron identificados y defendieron éste. En las críticas se observan alusiones a que el uso de la “E” y la “X” en el lenguaje resulta insignificante, si no se acompaña por verdaderas acciones y cambios sociales. Otro de los argumentos es que otros lenguajes como el braille y el lenguaje de señas son verdaderamente inclusivos y no sólo una lucha de pronombres como “elle”. Por otro lado, usuarios de redes sociales simplemente aprovecharon el momento para descalificar el uso de estos pronombres, burlarse de quienes los utilizan y comentar a favor del “correcto” uso del lenguaje en español. 

Quienes defendieron el uso del lenguaje inclusivo, principalmente comentaron que el lenguaje evoluciona conforme a las necesidades del ser humano por lo cual, no deberían existir reglas gramaticales que “restrinjan” la libertad de expresión. Asimismo, los usuarios dijeron que el lenguaje inclusivo es una manera de visibilizar al machismo, así como a diversas formas de discrminación hacia las minorías. Otro de los argumentos que destacaron en la conversación fue que las reglas gramaticales deben ser “flexibles” ante los cambios culturales y sociales. 

Finalmente, las muestras de solidaridad hacia la estudiante también fueron un punto destacado de la conversación, principalmente entre usuarios que señalaron sentirse “identificados” con la misma frustración.

Además de la polarización que significó este tema en redes sociales, es destacado el alcance de conversación que generó, pues no sólo fue un video viral en TikTok y otras plataformas de video, también en Youtube los videos de este tema registraron más de 100 mil views. En Twitter se colocó como TT durante todo un día y generó un gran debate alrededor del uso de la “E” para referirnos a las personas no binarias. 

Este alto volumen de conversación significa que el tema cada día se está posicionando más entre las audiencias digitales y, si bien aún la actitud no está completamente a su favor, sí tienen un apoyo muy importante. Es relevante señalar que esta visibilización del tema es justo uno de los grandes pilares de los cambios sociales. Todo empieza por hacer evidente un problema y en este sentido creo que las personas no binarias están avanzando.

¿Vale la pena la discusión sobre el uso de la “E” para referirnos a las personas no binarias o su adopción para hacer del español un lenguaje inclusivo? Honestamente no lo sé, no me considero un experto en lenguaje y tampoco pertenezco a estos grupos que durante años han luchado contracorriente para ser visibilizados y ganar espacios en la esfera pública. Sin embargo, creo que esta compañere que mostró su frustración ante todo el salón de clases, pudo darle mucha fuerza a ese movimiento en la agenda pública nacional. Este análisis de la conversación digital de Metrics da cuenta que estas voces están ganando terreno y tienen aceptación entre las audiencias más jóvenes. 

La pregunta es: ¿Estaremos viendo la revolución del español como la conocemos? Será cuestión de esperar cómo se va consolidando este movimiento social y su adopción por las nuevas generaciones.