Durante la pandemia de Covid-19, las denuncias por maltrato de mascotas se duplicaron, pues mientras que antes del confinamiento voluntario la Brigada de Vigilancia Animal (BVA) recibía en promedio una denuncia diaria, ahora se registran dos.

Aunque la Brigada, que depende de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) atiende a todo tipo de animales, son los perros quienes más llegan a sufrir a manos de sus amos humanos.

Irak Ramírez, comandante del primer grupo de la BVA, destacó que no sólo atienden denuncias de forma directa, sino también las que registra la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) local, e incluso las que se hacen virales en Internet.

“También por medio de las redes sociales la gente envía su reporte o denuncia ciudadana de manera anónima y llegamos al lugar, en caso de constatar que hay maltrato se hace labor de convencimiento con la persona propietaria de los animalitos, que de manera voluntaria pueda cederlos para que sean colocados en alguna clínica momentáneamente y, posteriormente, adoptados”.

El comandante, quien lleva 25 años de carrera policial y dos años en la BVA, expresó que antes de adquirir un lomito la gente debe tener conciencia de que es un ser viviente: “la invitación es no comprar ningún animal y, si ya tomaron la decisión, lo viable es la adopción”.

Sin embargo, no sólo reciben llamadas para auxiliar a animalitos maltratados, sino también por criaturas de riesgo, como perros que, por la vida que llevan, se han vuelto agresivos.

“Hoy en día hay muchos pitbull, no es que sean agresivos por naturaleza, eso es un error, ninguno lo es, pero si el humano lo maltrata, lo daña, obviamente se va a defender. De diez perros (reportados) cuatro son de esta raza, su característica es que tiene una fuerza tremenda, pesan aproximadamente 30 kilos, y es la constante en la que lidiamos de no maltratarlos y proteger nuestra integridad”.

Y es que aunque todos los perros pueden llegar a ser agresivos, la fuerza y peso de esta raza la hacen particularmente peligrosa cuando está enfurecida.

Otro riesgo es cuando se realizan rescates en zonas peligrosas. Hace poco, la Brigada rescató a un gatito de tres meses que cayó de un domo que tenía un aproximado de un edificio de cinco niveles, es decir de más de 20 metros de altura.

“Hicimos el rescate en equipo con cinco compañeros y el más delgado fue por el gatito; aplicamos técnica de rapel… constantemente nos estamos adiestrando, tenemos un instructor muy bueno en esta técnica y es parte de la capacitación de la brigada”.

Sin embargo, no todo se trata de animales domésticos como perros y gatos, pues en lo que va del año la brigada ha rescatado a 364 animalitos, incluyendo víboras de cascabel, cacomixtles, mapaches, aves de todo tipo e incluso caballos.

Cada reporte es muy particular y cada especie tiene su manera de defenderse, por lo que, por ejemplo, hay que tener cuidado al manipular las víboras de cascabel, pues “en caso de atacar a algún compañero sería muy peligroso”.

FRASE 
“Desde que entré a la Policía me gustó el concepto de servir a la ciudadanía … sentirme útil y para mi familia soy un orgullo. Cada rescate me deja marcado y con satisfacción”
Irak Ramírez
Comandante del primer grupo de la BVA

LEG