leon chavez

La suya es una historia reconocida por su compromiso con las causas obreras, sociales, e incluso en pro de los derechos de la mujer, la cual inició en la década de los 60, una época en la que las voces de la juventud se hicieron escuchar de diversas maneras. León Chávez Teixeiro optó por la música y la pintura.

Las memorias de lo vivido por sus padres, por su familia, su paso por los movimientos sociales en México le han permitido no traicionar sus ideales, a pesar de la distancia, pues este prolífico artista vive por meses en nuestro país y los meses restantes la vive en el extranjero. Aseguró a 24 HORAS que por la pandemia no ha podido realizar una retrospectiva en el Centro Vlady, mientras trabaja en la creación de más obra para otra exhibición en la ciudad costera de Brighton, Inglaterra para 2023.

“Una cosa que para mí siempre ha sido importante plasmar es la Ciudad de México, la cual caminé mucho, la observé y he tratado de interpretar ese México pero con ciertos aspectos abstraccionistas aunque a veces me voy hacia lo abstracto casi total”. Las características de la división social económica de Ciudad de México la tiene perfectamente definida, en lo general, considera, no ha cambiado mucho. “Pero la estética que he manejado en mi mente es sobre todo, la estética barrial y no la gran estética del nivel social. No sé si lo logre pero esa es mi obsesión”, dice León Chávez Teixeiro.

PERSONAJE CONTESTATARIO

Chávez Teixeiro se ha mantenido fiel a sus ideales y sigue comprometido con las causas sociales a pesar de los años.

“Sigo preocupado o relacionado con la gente a la cual me siento afín y eso es lo único que me mantiene con vida real, aparte de las lecturas, la información que pueda tener, básicamente es el contacto directo con ciertas personas, ciertos grupos, ciertas luchas que me mantienen sin traicionar mi concepción o mis ideas, mis puntos de vista”, sostiene este hombre que aún no está seguro de haberle dado voz a los “jodidos”.

“Mi padre venía de una familia muy acomodada e importante, pero la Revolución les arrebató todo; yo viví en un barrio donde conocí directamente lo que es la pobreza y al mismo tiempo la represión, la agresión muchas veces de cierto tipo de personas, del mismo Estado y luego conocí el movimiento del 68 que fue muy insultado por los medios de comunicación y obviamente por el gobierno y después me fui insertando en movimientos populares, obreros, campesinos, etcétera así que ni tanto fue una decisión, sino un proceso como natural que evidentemente tiene que ver con la ideología, con tratar de entender y aceptar otras verdades, yo me fui por el lado de la lucha por evitar el abuso”, añade vía telefónica desde Brighton, Inglaterra.

Cuando decidió hacer a un lado las historietas de la época se adentra en una “especie de grupo de lectura con jóvenes que discutían cosas más profundas que los partidos de fútbol”, donde conoce la obra de autores como Albert Camus, Fiódor Dostoyevski y Hermann Hesse.

“Ahora hay gente enorme, muchos artistas, por ejemplo, el que me impresionó muchísimo fue José Clenmente Orozco, los pintores, incluso los que no tienen una posición política, cineastas, pero alguien que para mí sigue siendo un paradigma es Carlos Marx”.

LAS LUCHAS DE LEÓN

En el seno familiar nació su más emblemático tema Se me va la vida inspirado en su madre y en las mujeres que conoció en las luchas urbanas y feministas del país.

“En los años 70 estuve muy muy cerca de las feministas, quienes me enseñaron a cuestionarme gran parte de mi ideología y de mi visión, de lo que es una relación hombre mujer, la independencia de la mujer para dejar de ser vistas como un instrumento sexual, una especie de sirvienta, se ha expandido en todo el mundo y están más relacionadas de manera directa; el movimiento es muchísimo más amplio y con muchas vertientes, pero evidentemente el que existan quiere decir que sí siguen cuestionando un machismo que todavía permea en el mundo”.

Dice no tener idea de cómo se ha mantenido vigente en los circuitos subterráneos. Pero está seguro de que solo tenía la necesidad de expresarse y la mejor forma que encontró para hacerlo fue cantando.

“Pero a partir de las cosas que me afectan emocionalmente, que me gustaban estéticamente, sentía que me hacían más cercano a los demás, porque para mi uno es el otro. Si yo dejara de ser cantante y fuera quitando de mi todas las relaciones que tengo desaparezco, yo soy los demás, yo soy los otros, como dicen los clásicos, mi esencia son mis relaciones con los otros y te relacionas en función de tus condiciones específicas y de entendimiento.

“Me he mantenido en esos sótanos subterráneos, en esa parte no visitada porque ellos me siguen aceptando, porque son quienes me empujan, me dan vida, somos compañeros, amigos, pero como cada vez hay más movimientos que se ligan entre ellos, a uno lo acarrean, como una ola te avientan y te cargan”.

Los que saben aseguran que sin duda es unos de los artistas más “cabrones” que hay en México. Congruente, defensor de las luchas obreras, de los derechos de la mujer. Y León sólo asegura que, “necesito estar cerca de todos esos movimientos, de la gente que lucha contra la opresión, contra las injusticias, contra la explotación, contra la destrucción de la naturaleza, la autodestrucción humana, porque me parece que eso me da vida y me acerca a lo que fue mi padre, mi madre y lo que quiero para mis hijos, para mi compañera. Por eso trato de mantenerme cerca, de estar en comunicación con eso de lo que soy parte”.

Al ser cuestionado sobre si ya no hay muchos leones, como dice su amigo, el músico Guillermo Briseño, afirma que sí. “Muchísimos y nos están rebasando, pero hay que estar dentro para verlos y ahora con esta tecnología de doble filo, si ves lo que está pasando en Colombia, la cantidad de artistas que hay ahí, la cantidad de canciones excelentes de la práctica artística de calle como se dio desde el 68 en México, en el mundo donde hay movimientos, ahí están los artistas creciendo.

“La discusión de Cuba es una cosa muchísimo más amplia, que resuelvan sus problemas ellos; Estados Unidos no tienen ningún derecho a meterse porque si hay alguien antidemocrático, cruel, asesino, cínico es el poder de Estados Unidos”, añade León Chávez Teixeiro.

LAS CONTRADICCIONES DE LA VIDA

No pueden quedar fuera los cuestionamientos sobre los artistas contestatarios de Venezuela, Chile y Cuba. El cantautor afirmó categóricamente que no cree en las noticias televisivas, ni en los medios pues está convencido de que “están totalmente controlados, salvo excepciones, por Estados Unidos, por Europa y sus socios como los tuvo Televisa en el Movimiento del 68; fuimos acusados de lo peor, yo soy testigo de todo eso y ellos de manera muy democrática y patriótica mataron y desaparecieron a miles de personas.

“Así veo ahora el discurso de Cuba. Lo que está pasando en la isla es algo complejo, lo que sí puedo decir es que si hay un país absolutamente bestial, anti democrático es Estados Unidos que no solamente reprime a su propio pueblo, sino bombardea países como Irak y Afganistán, para llevarles la democracia y ponen ahí verdaderos asesinos”.

Lo que está pasando ahí, considera, es problema de los cubanos. A su vez hace un recuento de las atrocidades cometidas por nuestro vecino del norte, como el bombardeo atómico a Japón a pesar de haberse rendido; además del despojo de la mitad de nuestro territorio y evitar nuestro desarrollo; un país que no obedece a las Naciones Unidas y que ha evitado a lo largo de 60 años que Cuba mantenga relaciones de todo tipo con otros países.

¿Qué es lo que hoy en día lo cuestiona como artista siendo uno de los personajes más aguerridos de los movimientos sociales en el país?

–Las contradicciones de la vida, de las relaciones sociales totalmente opresivas de México y el mundo, de explotación y destrucción; procesos que no viene ni de Dios ni de errores, sino de dominios económicos y políticos complejos, eso es lo que me sigue cuestionando como persona, como artista en general”, finalizó León Chávez Teixeiro, desde su casa en la ciudad costera de Brighton, Inglaterra.

PERFIL
Nacido el 11 de abril de 1936 en Ciudad de México bajo el nombre de Alfredo León Chávez y Teijeiro es un artista plástico, compositor y músico contestatario involucrado desde joven con causas sociales. Con la complicidad de otros artistas fundó en 1938 La Comuna de Sor Juana, en la colonia Santa María la Ribera, donde conoció al guitarrista Álvaro Guzmán Gómora, quien lo motivó a realizar sus primeras canciones como El gato. Tuvo una participación activa como fotógrafo y camarógrafo durante el Movimiento del 68 y parte del metraje grabado por él, fue utilizado para el documental El grito, de Leobardo López Arretche.

 

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