La brigada de búsqueda de personas desaparecidas en el Ajusco encontró 400 restos óseos que posiblemente corresponden a dos o más personas, advierte Jaqueline Palmeros, quien también afirma que la zona parece un cementerio.

En entrevista, la mamá de Monserrat -quien desapareció en 2020- denuncia que ha recibido amenazas por haber organizado la búsqueda de cuerpos del 21 al 25 de junio pasado.

“No soy la única que recibe amenazas: hace poco mataron a una activista en Sonora, Aranza Ramos, de 28 años.

Antes mataron a otros; pareciera que buscar a nuestros seres queridos es un crimen. Me dijeron groserías, que dejara de buscar. No me preocupa mi vida, me mataron desde que se llevaron a mi hija; me dicen que la llamada proviene de Rusia”, relata.

“En el Ajusco hay muchos hoteles y casas que parecen de seguridad. Como madre de Monserrat no me puedo quedar así. La alcaldesa de Tlalpan, Patricia Aceves, está muy dispuesta a apoyarnos y tenemos que seguir tocando puertas”.

En cuanto a los indicios, Palmeros explica que los resultados deberían estar en poco tiempo, pero las autoridades no dan seguimiento. Adelanta que van a presionar, ya que necesitan saber quiénes eran esas personas y llevarlas a su hogar.

La activista demanda que se tome en cuenta la labor de las familias en el Ajusco y que se programe otra búsqueda en la zona.

“En esa brigada carecimos de empatía, seguridad; me di cuenta de que en la CDMX no estamos preparados, que el Ajusco es un cementerio que está lleno de fosas en donde van a dejar a nuestros desaparecidos, pero el Gobierno lo mantiene en secreto”.

Palmeros recuerda que le avisaron que su hija podría estar enterrada en el Ajusco, mientras que la otra línea de investigación es que posiblemente sea víctima de trata.

“La comisionada de Búsqueda de la CDMX, Carmen Hernández, me dijo que realizaríamos la brigada y entonces convoqué a colectivos de Tijuana, Veracruz, Guerrero, Sonora, y en total fuimos 92 personas. Conseguí albergue, alimentos; la sociedad nos dio palas, rastrillos, cubrebocas”.

El 24 de julio de 2020, Monserrat Uribe, de 21 años, abordó un vehículo en Eje 5 Sur y La Viga, en Iztapalapa. Cámaras de seguridad siguieron su camino hasta un paso a desnivel en Calzada de Tlalpan y Eje 5. Desde entonces se desconoce su paradero.

FRASE:
“Regresé al Ajusco con mi esposo y encontramos falanges, dientes. No es un desaparecido, son 90 mil en todo México, esto va en aumento”
Jaqueline Palmeros
Mamá de Monserrat, desaparecida en 2020

LEG