La reestructuración del Instituto Mexicano del Seguro Social ha llegado en menos de tres años a niveles que nadie imaginaba. Luego de ser una de las instancias de salud con menos sensibilidad y un desabasto de medicamentos poco lógico, muestra la eficacia y sorprende.

El instituto había caído en una inercia en la que prácticamente no había área eficiente. Los trabajadores, en todos sus niveles, padecían una rutina sin estímulos ni compromiso. Hasta había robo “hormiga” de medicamentos en una buena cantidad de clínicas.

El reto parecía imposible de vencer; sin embargo, Zoé Robledo Aburto erradicó los vicios, que eran muchos, y cambió desde la administración hasta la atención de las enfermeras.

Garantizó, a través del Consejo Técnico del instituto, salvaguardar derechos de los trabajadores y de sus familias, al mismo tiempo ofreció apoyo a patrones obligados en el cumplimiento de sus responsabilidades en materia de seguridad social para darle vida y vigencia a la salud y bienestar de los trabajadores mexicanos.

Los retos no se detienen en la transformación del IMSS, siguen caminando porque hace unas semanas, cuando inició el Plan de Reforzamiento de Vacunación en Chiapas, donde la población prácticamente era indiferente al sistema de inmunización, fue necesario profundizar en las costumbres de cada paraje, de cada cañada y aldea apartada, para mostrar las virtudes de este proceso de salud.

La estrategia de convencimiento y aplicación estuvo en manos del Seguro Social; su titular, nacido en Chiapas, supervisó personalmente este esfuerzo, conocedor de las diversas culturas de la entidad, consciente de las diferencias en idiomas, religiones, creencias, mostró su capacidad de convocatoria en un lugar tan profundo y así lo considera el propio Zoé Robledo, quien afirmó en la conferencia matutina del martes 27 de julio que era necesario “ir más lejos para estar más cerca de la gente”, frase que puede aplicarse a una multitud de necesidades.

Zoé informó que no sólo se trata de llevar el biológico a los lugares más apartados, hay que realizar un trabajo previo de diálogo social que suma a liderazgos políticos y sociales para brindar suficiente información a la población.

Se descentralizó la estrategia de vacunación y se abrió a todas las comunidades de Chiapas, incluyendo las de difícil acceso. Se integró con rapidez una campaña con la consigna en el IMSS de que “la vacuna es la mejor herramienta para la pandemia”.

Así, con la convicción de que la vacuna es una causa de todos, la creatividad debió ponerse en marcha y desplegar brigadas del Seguro Social en busca de hombres, mujeres y niños que en los parajes de Chiapas son invisibles para algunos.

Para Zoé Robledo, Chiapas es un mosaico donde se advierten regiones como polos opuestos, lo mismo en la selva que en la cañada, en el llano o en el bosque, y logró lo que se mostraba imposible en un lugar donde la indiferencia parecía resistencia y el desconocimiento temor.

El logro del Seguro Social es muestra de que cuando el responsable de la institución está dispuesto a ensuciarse los zapatos por alcanzar objetivos, todo es posible.

PEGA Y CORRE.- A Diego Fernández de Cevallos se le hace mucho gasto 500 millones de pesos para la consulta del 1 de agosto, pero él debe 900 millones de pesos de predial… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

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