En las últimas semanas Alemania, Bélgica, Países Bajos, el Reino Unido, Luxemburgo y otras naciones del norte de Europa fueron azotadas por lluvias torrenciales. Al menos 218 vidas se perdieron a nivel continental. Sin embargo, la mayoría de los fallecimientos y de los reportes de personas desaparecidas se concentraron en Alemania (177 y 155, respectivamente) y en Bélgica (37 y 11).

Ahora, los incendios en el sur del Viejo Continente se han vuelto la principal emergencia para varios gobiernos, junto con el alza de Covid-19. España, Portugal, Italia y Grecia han sido, hasta el momento, los más afectados por las llamas. En España, en las comarcas catalanas de Cuenca de Barberá y Anoia, se quemaron alrededor de mil 700 hectáreas y apenas este lunes se logró controlar el incendio. En Liétor, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, el fuego, ya controlado, consumió 2 mil 500 hectáreas durante el fin de semana.

En la zona montañosa del sur de Portugal, en el municipio de Monchique, un incendio se extendió por varios kilómetros de matorrales. El siniestro, atribuido a la ola de calor que azotó al país a mediados de julio, fue contenido a inicios de la semana pasada por 270 bomberos y guardabosques. No obstante, “inauguró” la temporada de incendios en Portugal, que en 2017 provocó al menos 66 decesos.

En la isla italiana de Cerdeña, varios incendios se han reportado en las últimas horas, particularmente en la provincia de Oristano, al oeste. Al momento, 20 mil hectáreas de bosque han sido destruidas y alrededor de 2 mil personas han sido evacuadas. Según The Guardian, cientos de propiedades y negocios también están siendo alcanzados por las llamas, lo que recuerda a los incendios de 1983 y 1994, ambos catastróficos para la población sarda. Aviones para combatir el fuego han sido enviados por la Unión Europea (UE) y por el gobierno francés.

En Grecia, entre lunes y martes se reportaron más de 50 incendios, incluyendo uno en el monte Pentélico, al norte de Atenas y cerca de zonas habitacionales. Según las autoridades, los vientos de hasta 38 kilómetros por hora están complicando la extinción de las llamas, por lo que en las próximas horas los habitantes podrían ser evacuados. Por su parte, el primer ministro Kyriakos Mitsotakis pidió este lunes estar listos para nuevos incendios: “Quiero enfatizar que agosto seguirá siendo un mes difícil. Los meteorólogos ya nos advierten que a partir de la próxima semana podemos enfrentar otra gran ola de calor prolongada”.

LEG