Foto: Cuartoscuro / archivo Este martes se rindió un homenaje en la Cámara de Diputados al priista René Juárez Cisneros, donde se resaltó su trayectoria política.  

En su última estancia en el Pleno de la Cámara de Diputados, el diputado priista René Juárez Cisneros consiguió, de nuevo, lo que en vida era su convicción: convocar al diálogo y al consenso de todas las fuerzas políticas representadas en San Lázaro.

Puntuales llegaron sus restos mortales por la entrada principal del recinto legislativo, esa que es visible desde la Avenida Congreso de la Unión y que impone con la imagen del Escudo Nacional.

Una vez adentro, su féretro fue colocado donde seguramente habría elegido: justo al pie de la Tribuna del Pleno, y debajo del Escudo Nacional.

Su homenaje convocó a políticos de todas las fracciones parlamentarias, y como cuando hay sesión ordinaria, subieron representantes de todos los grupos parlamentarios a la Tribuna.

Pero esta vez no hubo confrontación, no hubo debate ni gritos, mucho menos manoteos, interrupciones o llamados al orden.

Hubo recuerdos y anécdotas del dos veces diputado federal, exsenador, exgobernador de Guerrero, exlíder nacional del PRI, expresidente municipal de Acapulco, el “brother” para unos, “primo” para otros, y “paisano” para con quienes compartía su origen acapulqueño.

Al acto acudió el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo; el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado; el líder del PRI en el Senado, Miguel Ángel Osorio Chong; el presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado, el morenista Ricardo Monreal, y otros personajes políticos.

De los discursos expresados, conmovió el del vicecoordinador del Partido del Trabajo (PT), Benjamín Robles, quien se presentó sin un texto de apoyo y reconoció en Juárez Cisneros a un hombre de Gobierno “y puedo decir, con testimonios varios, que siempre proponía el diálogo, los acuerdos para poder resolver cualquier diferencia”.

“Cuando llegamos juntos a la Cámara de Diputados en 2018, él era oposición. Nosotros éramos parte del nuevo Gobierno y se distinguía siempre por proponer acuerdos, por encontrar en el diálogo la solución a cualquier diferendo”, expresó.

La lideresa del PRD, Verónica Juárez Piña, rememoró como el priista era para muchos “el brother”, pero entre ellos dos eran “primos”.

“René Juárez Cisneros sabía de la importancia de preservar la República y los ejes que la sostienen: la división de poderes, el federalismo y la democracia, pero René sobre todo fue un amigo entrañable, solidario, atento y siempre -siempre- dispuesto a escuchar”.

La presidenta de la Cámara de Diputados y compañera de bancada de Juárez Cisneros, Dulce María Sauri, destacó la visión política del priista quien optó, como tercera fuerza política en San Lázaro, por no tener una actitud de rechazo a toda iniciativa presentada por el Gobierno y su partido, ni una aceptación dócil y acrítica.

El legado de René Juárez, dijo, “es que negociar no es un verbo perverso, sino útil cuando se mantienen los principios”.

FRASE
(René Juárez) deja también la imagen de una piel obscura, orgullosamente afromexicana, corriendo por las playas de Acapulco, rumbo a las olas de la eternidad de los recuerdos y de los afectos. Dulce María Sauri, Presidenta de la Cámara de Diputados

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