centennials
Foto: Cuartoscuro / Archivo Algunas de las sedes adonde acudieron son el Centro Médico Siglo XXI y la Preparatoria 9 de la UNAM  

Con el arranque de la inoculación contra el Covid-19 en personas de 18 a 29 años quedó demostrado que los jóvenes creen en la vacuna, pues en las sedes de aplicación se registraron filas de más de una hora para acceder a las dosis.

Incluso, en sedes como el Centro Médico Siglo XXI, donde se inmunizaron los jóvenes de la alcaldía Benito Juárez, se presentó un 25% más de asistentes de lo que se estimaba, pues muchos centennials llegaron en desorden, sin respetar la asignación de días de acuerdo con la letra inicial de su apellido, provocando demoras de entre 60 a 80 minutos.

En el caso de la Preparatoria 9 de la UNAM, donde acudieron jóvenes de la Gustavo A. Madero, se observó que la mayoría llegó a pie, muchos acompañados de sus padres y, la mayoría, con el registro de vacunación y su identificación oficial a la mano.

Sin embargo, fueron necesarias dos filas: una para ingresar directamente por la dosis contra el Covid-19, y otra que se implementó para aquéllos que presentaran “problemas” en la documentación, como llevarla incompleta o con datos que no coincidieran.

En la fila de casos especiales, Gustavo Barragán dijo que estaba ahí porque su comprobante de domicilio e identificación oficial no coincidían, pues él paga renta en la Benito Juárez, mientras que el domicilio de su familia está en otra alcaldía. Por ello, indicó que ahí el personal revisaría su caso y posteriormente recibiría un gafete de “caso especial”, para luego formarse en la fila de vacunación.

“Mi situación es que no corresponde mi comprobante de domicilio con ningún pariente directo, entonces por eso nos mandan a esta zona, y nos van a revisar en la carpa, nos darán un gafete de caso especial y con eso nos volvemos a formar para la vacuna; no sé sí alcance a pasar hoy (ayer), pues hay mucha gente”, consideró.

Mayra Aguilar, otra joven que acudió a esta sede, comentó que el tiempo de espera en fila fue de poco más de una hora, pero enfatizó que acudir por la vacuna es una responsabilidad social, pues así se reduce el riesgo de complicaciones.

“Me causa un poco de más tranquilidad, porque al final del día te sientes un poco más seguro, obviamente no hay que bajar la guardia porque efectivamente los contagios siguen, y pues no es garantía absolutamente de nada”, apuntó.

Ivonne Aguilar, hermana de Mayra, señaló que la fila fue lenta, pero resaltó que el recibir su primera dosis también le transmite tranquilidad, pues la pandemia aún no termina.

Gerardo Mora, otro joven, destacó que recibir el biológico contra el Covid-19 es una fortuna, pues durante el camino se perdieron vidas de familiares, amigos y vecinos. Contó que como reacción inmediata de la vacuna sólo sintió un ligero mareo.

LEG