Los tiempos para concretar el Criterio de Oportunidad ofrecido a Emilio Lozoya Austin se extinguen, y en la Fiscalía General de la República se impulsa el ofrecer al exdirector de Pemex un acuerdo conciliatorio alterno que, a cambio de reparar el daño a las finanzas de la empresa productiva de Estado, le garantice no pisar la cárcel… como ha sido hasta ahora.

El pasado 19 de julio se venció el plazo ampliado otorgado por un juzgado para la presentación de pruebas que fortalezcan la figura a la que se apegó Lozoya, aún así, según fuentes cercanas a la investigación los señalamientos realizados en su denuncia de agosto de 2020 hasta el momento carecen de pruebas para vincular a proceso a funcionarios de mayor jerarquía.


Hace una semana se cumplió un año de la llegada a México del exfuncionario del peñismo, en medio de un operativo que no permitió una foto del detenido y que incluyó una simulación para que los reporteros siguieran a un vehículo distinto al que trasladaba a Lozoya, que finalmente se supo llegó a un hospital privado.
Sólo se ha conocido una foto de él de espaldas y el testimonio de una persona que dice que lo vio en un bar de la Condesa.
Fuentes cercanas al proceso aseguran que a través de sus agentes del Ministerio Público, la FGR ya inició el proceso para construir un acuerdo reparatorio basado en el Artículo 184 del Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP); por lo que hace un par de semanas convocaron a la representación legal de Pemex a una reunión con el Órgano Administrativo Desconcentrado Especializado en Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal de la FGR.

 
Pero el proceso no ha resultado tan fluido como se esperaba y después de la primera reunión, Pemex dijo no al acuerdo, entre otros aspectos, con el argumento de que los delitos cometidos por Lozoya no cumplen con los requisitos para optar por soluciones alternas al proceso judicial, y seguir con las conciliaciones que presuntamente promueve la FGR no resulta otra cosa más que violar la ley.


El CNPP establece que los delitos en los que se puede construir un acuerdo reparatorio son exclusivamente aquellos que se persiguen por querella o requisito similar de la parte ofendida; en el caso de Lozoya hablamos de delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita que se persiguen de oficio. También se detalla que en los delitos a reparar debe tenerse muy claro el valor del daño cometido, algo que resulta muy difícil ante el saqueo al que fue sometido Pemex con su exdirector.
Finalmente, el artículo 184 del Código Penal sólo hace posible la reparación de daños cuando los delitos son de tipo culposo; es decir, cuando se cometieron sin intención. Los delitos de Emilio Lozoya son por demás dolosos, a menos que la FGR haya decidido que el exfuncionario fue una víctima de sus jefes Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray.

#LoboSapiens
En el Estado de México, la corriente de Morena llamada Movimiento Obradorista surgida en pleno proceso electoral para buscar candidaturas ha comenzado a derrumbarse, los morenistas mexiquenses hacen notar que coincide con la salida de Gabriel García de la coordinación General de Programas para el Desarrollo que dependía de la Presidencia.

 

@chimalhuacano