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Foto: @SecretosdeMadri El comité de expertos expresó el viernes su "gran preocupación" por el impacto de la conversión y pidió a las autoridades turcas un informe sobre el estado de conservación del edificio  

Mientras algunas naciones europeas celebran con bombo y platillo la designación de la inclusión algunos espacios en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, Turquía tildó de “sesgadas” las advertencias del comité acerca del estado de conservación de la antigua basílica de Santa Sofía, situada en Estambul y recientemente transformada en una mezquita.

El comité de expertos expresó el viernes su “gran preocupación” por el impacto de la conversión y pidió a las autoridades turcas un informe sobre el estado de conservación del edificio. Mientras que el ministerio de Relaciones Exteriores turco señaló que esas decisiones “se basan en prejuicios, en motivos políticos y sesgados”.

Ankara también pretende convertir en una mezquita la iglesia de San Salvador de Cora, un templo ortodoxo famoso por sus mosaicos y frescos del siglo XIV.

Tanto la basílica de Santa Sofía como la de San Salvador de Cora, que están siendo restauradas, son propiedad turca y se protegen “meticulosamente”, insistió el ministerio.

Por otro lado, el conjunto del Paseo del Prado y el parque del Retiro, corazón verde de Madrid, fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. El gobierno español aplaudió el “merecido reconocimiento”.

El anuncio constituye un reconocimiento al eje en el centro histórico de la capital española conformado por el Paseo del Prado, una amplia avenida arbolada, donde se encuentran destacados edificios como el del Museo del Prado, y el aledaño parque del Buen Retiro, una zona verde de 125 hectáreas que los madrileños disfrutan con asiduidad.

“Madrid y toda España están hoy de enhorabuena” por este “merecido reconocimiento a un espacio de la capital que engrandece nuestro legado histórico, artístico y cultural”, se congratuló en Twitter el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.

A dicha lista también entró un grupo de grandes balnearios europeos por su “excepcional testimonio” de esta práctica desde el siglo XVIII hasta la década de 1930. Se trata de Baden bei Wien, en Austria; Spa (Bélgica); Karlovy Vary, Frantiskovy Lazne y Marianske Lazne (República Checa); Vichy (Francia); Bad Ems, Baden-Baden y Bad Kissingen (Alemania); Montecatini Terme (Italia); y Bath (Reino Unido).

El comité del Patrimonio Mundial, reunido en China para su sesión anual, dijo que el grupo recogía “las ciudades balnearias más modernas, dinámicas e internacionales entre los muchos cientos que contribuyeron al fenómeno balneario europeo”.

“Aunque cada ciudad balnearia es diferente, todas se desarrollaron en torno a fuentes de agua mineral, que fueron el catalizador de un modelo de organización espacial dedicado a funciones curativas, terapéuticas, recreativas y sociales”, señaló.

LEG