La dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional debería dar la bienvenida a las nuevas corrientes que han surgido dentro de este instituto político, como es el caso de la recién creada Plataforma por la Refundación del PRI, nacida tras los resultados obtenidos en el más reciente proceso electoral.

Con Fernando Lerdo de Tejada como cara visible, un respetable militante con amplia experiencia en el campo de la comunicación política, esta nueva expresión ha tomado el camino del discurso crítico frente al actual liderazgo tricolor, sin dejar de lado el tono respetuoso y conciliador de sus planteamientos, característica de este exvocero presidencial.

El diagnóstico que Lerdo de Tejada y los miembros de esta corriente, entre los que destacan exservidores públicos, antiguos legisladores y autoridades recién electas, es contundente: el PRI sufrió un preocupante retroceso en las elecciones del pasado 6 de junio, en las que perdió las ocho gubernaturas que disputaba y no ganó en ninguna de las que estuvo en disputa.

La finalidad de este grupo es fungir como un contrapeso y un espacio de reflexión sobre el devenir de este partido. Las propuestas que se plantean son la convocatoria de inmediato a una Asamblea Nacional, erigirse como una especie de observatorio permanente sobre el desempeño de la actual dirigencia y contar con un Comité Ejecutivo Nacional y bancada en la Cámara de Diputados dedicados enteramente a defender los postulados de ese partido.

No somos golpistas, ni un movimiento oculto. Estamos dando la cara y somos un grupo plural, consciente de que el PRI necesita urgentemente reformarse y contar con una dirigencia de tiempo completo no de medio tiempo como operará ahora, pues los principales cuadros desempeñarán tareas alternas en la Cámara de Diputados”, dijo ayer Lerdo de Tejada en los micrófonos de Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula.

Existen dudas dentro de esta agrupación de que el PRI deje de lado su papel opositor y ceda ante las presiones del Gobierno del presidente López Obrador cuando éste requiera de votos para formar mayorías dentro del Congreso.

Refundación o statu quo, es el dilema al que se enfrenta el PRI, una vez que quedó demostrado que, en las urnas, difícilmente podría prosperar si no es bajo el esquema de una alianza con el PAN y el PRD.

Los retos son inmediatos. En 2022 habrá elecciones para renovar gubernatura en Hidalgo, Tamaulipas, Oaxaca, Quintana Roo, Aguascalientes y Durango. Un año después, vendrá la prueba de fuego con las elecciones para nuevo mandatario en el Estado de México, en donde este partido no se puede dar el lujo de rendir malas cuentas.

Solo con una imagen renovada y con la disposición a reflexionar junto con corrientes como las que hoy surgen, el PRI podrá andar por el tortuoso camino por el que le ha tocado transitar.

 

Segundo tercio. Semáforo rojo que ya no es rojo. Así podría resumirse la idea que el subsecretario López-Gatell tiene para una nueva forma de medir la gravedad de la pandemia. Esta eventualidad ya no implicaría cierres absolutos y sí el regreso a clases presenciales. Así, esto nunca va a parar.

Tercer tercio. Si no hay rigor, los contagios de Covid-19 continuarán. Y de eso son responsables, al mismo nivel, autoridades y ciudadanía.

 

@EdelRio70