Foto: AFP Desde su nombramiento como presidente, el 19 de abril de 2018, se comprometió a a dar continuidad a la revolución comunista. “Está claro que solo el PCC garantiza la unidad de la nación cubana”, dijo ese día  

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel, acompañado por un séquito de simpatizantes y del exmandatario Raúl Castro, salió este sábado 17 de julio a las calles de La Habana para dirigir las manifestaciones a favor del Gobierno revolucionario, en otro acto contrario a las protestas que reclaman la escasez de vacunas y comida en la isla.

El oriundo de Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, inició su trayectoria en las Fuerzas Armadas Revolucionarias después de graduarse como ingeniero electrónico en 1982. Tras pasar por distintos puestos y organizaciones rebeldes llegó a convertirse en miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), donde desarrolló su carrera política hasta convertirse, en 2013, en vicepresidente.

Desde su nombramiento como presidente, el 19 de abril de 2018, se comprometió a a dar continuidad a la revolución comunista. “Está claro que solo el PCC garantiza la unidad de la nación cubana”, dijo ese día.

Sin embargo, la situación actual es muy diferente a lo que pronunció el día de su nombramiento. La escasez de vacunas e insumos con las cuales hacerle frente a la pandemia por Covid-19 -que ha dejado en la isla una cifra de 288 mil contagios y más de 2 mil muertes, según cifras oficiales-, fue la chispa que detonó la furia del pueblo cubano, que denuncia la precaria situación económica y falta de libertad en su país.

Ante la realidad, Díaz-Canel ha respondido con descalificaciones y represión hacia la población que exige soluciones. La activista cubana Anamely Ramos ha señalado que el líder utiliza como principal excusa el bloque impuesto por Estados Unidos: “la lógica del Gobierno es que siempre tiene que haber un enemigo, en este caso Estados Unidos. Y lo utilizan como una justificación de todas las barbaridades que han hecho”.

El dirigente convocó a “los revolucionarios” a un mitin el sábado en el Malecón capitalino, mismo que fue tomado por los protestantes que exigían el fin del desabasto, los cortes de las telecomunicaciones y cambios políticos en la isla; ahí reafirmó que el socialismo no cedería ante presiones: “Viva Cuba soberana, independiente y socialista”.

LEG