Plaza de la noche triste
Foto: Cuartoscuro "Vamos a reivindicar la noche victoriosa", informó Alfonso Suárez del Real  

La noche del sábado 30 de junio de 1520 sobre la calzada de Tlacolpan -hoy calle Tacuba– a la altura de la acequia de Los Toltecas -donde hoy está la iglesia de San Hipólito-, los españoles al mando de Hernán Cortés sufrieron una grave derrota por parte de los defensores mexicas. La noche victoriosa para los defensores -que caerían 13 meses después- en el imaginario colectivo y parte de la historiografía, se convirtió en la Noche Triste.

Esa noche, los hispanos y sus aliados indígenas habían dejado el palacio de Axayácatl -hoy Monte de Piedad-, donde estaban hospedados desde su llegada a Tenochtitlán, tras cinco días de resistir el asedio constante de los guerreros mexicas, el hambre, la sed, la presión de los mandos medios de huir, el asegurar el inmenso botín de oro y para evitar que los sitiadores cortarán su única vía de escape, pues de lo contrario “sería forzado morir todos” escribió el mismo Cortés.

Un mes antes (el 22 o 23 de mayo), Pedro de Álvaro -quien había quedado como regente en lo que Cortés enfrentaba a Pánfilo Narváez- ordenó la matanza del Templo Mayor, lo que encendió la rebelión, que incluyó la muerte de Moctezuma, otrora aliado de los españoles.

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Mientras los invasores huían, al llegar a la acequia de los Toltecas, una mujer dio la alarma y comenzó el ataque, tras perder unos 150 españoles y dos mil indígenas -según el mismo Cortés- y tras horas de combate, los españoles y sus aliados alcanzaron tierra firme en Popotla.

Las fuentes no refieren ni un árbol ni el llanto de Cortés, quizá lo más cercano al imaginario popular sea lo reportado por Bernal Díaz del Castillo, quien escribió que, al ver llegar a la maltrecha retaguardia comandada por Álvarado a Cortés “se le saltaron las lágrimas de los ojos”.

Lo que es más, ningún cronista menciona un árbol; la primera referencia documental del ahuehuete de Popotla es de 1871 cuando se le colocó su primera reja perimetral. En esa época se le conocía como “Árbol de la Noche Triste“, curiosamente cuatro años después del fin de la lucha contra el Segundo Imperio.

Y lo de “triste” -según diversos historiadores- no refiere a la noche, pues los cronistas Bernal o Gómara se refieren al “puente” donde comenzó el ataque mexica, sitio en el que hoy está el templo de San Hipólito.

En su momento, el antropólogo Diego Prieto -director del INAH– señaló que “no tenemos que confrontarnos respecto a si fue Noche Triste o Victoriosa, ya que los mexicanos de hoy descendemos tanto de los mexicas y tlatelolcas, como de los españoles, tlaxcaltecas y cempoaltecas de entonces”.

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Este martes, 501 años después, el secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Alfonso Suárez del Real informó que la Plaza de la Noche Triste ubicada en Popotla cambiará de nombre a Plaza de la Noche Victoriosa, “vamos a reivindicar la noche victoriosa, la jefa de gobierno ha solicitado a la comisión de nomenclatura el cambio oficial”, refirió.

Además, señaló que en el Archivo de la Ciudad de México su directora, Donají Morales Pérez descubrió un documento que “vale su peso en oro”.

Suárez del Real indicó que el texto que data de 1872, un juez que atendía un litigio de tierras apostilló -a una referencia a la Plaza de la Noche Triste- “triste para los españoles, gesta gloriosa para los mexicanos”.

Por lo anterior, continúo el funcionario capitalino, el 27 de julio habrá un evento en la plaza -durante los festejos de los 500 años de la resistencia indígena- que incluirá la siembra de un ahuehuete y la instauración del 30 de junio como Fiesta Cívica de la Ciudad de México.

FF