La princesa Eugenia de York y su esposo, Jack Brooksbank, se vieron obligados a cancelar este fin de semana el bautizo de su primogénito August Philip por el posible contagio de uno de los asistentes a la ceremonia, cuya identidad no ha trascendido.

Trascendió que el invitado en cuestión fue advertido, pocas horas antes de que tuviera lugar el bautizo, a través de la aplicación radar Covid-19 que debía aislarse de manera preventiva al haber estado en contacto estrecho con una persona contagiada.

El bautizo, que debería haberse celebrado el sábado, fue cancelado a última hora por miedo a que más asistentes pudieran haber contraído la enfermedad y se ha decidido posponerlo hasta que la ola de contagios en el Reino Unido vuelva a remitir.

La capilla Real de Todos los Santos de Windsor iba a ser el escenario en el que August recibiera las aguas bautismales y, posteriormente, se llevaría a cabo una íntima celebración en el Royal Lodge, en la residencia del príncipe Andrés.

Ya que Eugenia y el propio August no tienen títulos reales, no se iba a celebrar un gran evento público, además de que las restricciones por la crisis sanitaria solo permiten que un máximo de 30 personas puedan reunirse.

LEG