El desabasto de medicamentos para todo tipo de enfermedades, incluidos los oncológicos para los niños con cáncer, ha sido ocasionado por el mismo Gobierno ante su falta de experiencia, conocimiento, planeación y estrategia.

En 2019, bajo el argumento de la corrupción, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador quiso inventar el hilo negro en uno de los temas más sensibles: la compra y abasto de medicinas.

Quitó la compra consolidada al IMSS y dispuso que fuera la Secretaría de Hacienda a través de la Oficialía Mayor, quien realizara las licitaciones, primer gran error; después, dejó esta tarea en manos del Insabi, un Instituto que nadie sabe a ciencia cierta cómo y en dónde opera y, tampoco tuvo éxito.

Además, López Obrador también eliminó a los distribuidores, aquellos encargados de llevar las medicinas hasta las clínicas y hospitales en todo el país, es decir a los enfermos.

De esa manera, con el desabasto en puerta, la presión por la falta de tratamientos para los niños con cáncer y las licitaciones desiertas, el primer mandatario recurrió a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) que se ha convertido en el intermediario entre el Gobierno y los laboratorios de todo el mundo bajo la promesa de obtener los mejores precios del mercado.

La apuesta sonaba bien, pero al Presidente no le avisaron que distribuir medicinas, no es igual a distribuir refrescos y papas a todas las tienditas del país.

El convenio con la UNOPS sólo contempla la adquisición de medicinas y aclara que la distribución será tarea del Insabi; pero éste sólo puede disponer de seis operadores logísticos aprobados por la Secretaría de Hacienda que se encargan de llevar los medicamentos a los almacenes de las instituciones públicas.

Además, queda otro tramo por cubrir: la denominada “última milla”, que es llevar el producto de los almacenes, a su destino final, proceso que debe pagarse aparte.

El Presidente ha presumido que la compra de la UNOPS ha sido exitosa y ha generado ahorros; lo que no ha dicho es que tiene que pagar extra por la distribución y que del total de medicinas para este año sólo ha logrado adquirir el 5%.

Para garantizar el abasto, México debe comprar cerca de mil 200 claves de medicamentos, de las cuales UNOPS sólo tiene contratos para 530, por lo que el resto serán adquiridas por el Insabi organismo que prefirió lanzar un: ¡sálvese quien pueda! Y pidió a los diferentes institutos de salud pública hacer sus propias compras, lo que ha ocasionado que instituciones como el IMSS, hayan comprado medicamentos oncológicos hasta mil 500 por ciento más caros que el año anterior.

Queda claro que hacer campaña es fácil; lo difícil es hacer Gobierno

Y en Pregunta Sin Ofensa:

¿Cuáles habrán sido las promesas que no le cumplió Andrés Manuel López Obrador a David León, quien ahora decide sacar los videos donde se ve a los hermanos del Presidente recibiendo dinero para su campaña?

 

@aguilarkarina