Con una nueva pantalla de siete pulgadas con tecnología OLED, la nueva versión de Nintendo Switch quedó a deber a la base de fans de la legendaria marca japonesa de videojuegos, debido a que no se realizaron mejoras en la potencia ni en los gráficos de la consola.

Aunque la marca ha concentrado baterías en el desarrollo de nuevos títulos de sus franquicias exclusivas, como Pokemon, The Legend of Zelda y aquéllos relacionados con Mario Bros, sus seguidores esperaban una versión “Pro” que mejorará aspectos como el rendimiento y una salida de video 4k, lo cual no se obtuvo en esta ocasión.

El Nintendo Switch, una consola que innovó con la capacidad de utilizarse frente a un televisor o como un dispositivo portátil, ha vendido más de 84 millones de unidades a través del mundo y es una de las preferidas entre las nuevas generaciones de gamers.

Con esta actualización del hardware anunciada por Nintendo, la pantalla pasa de 6.2 pulgadas a una OLED de 7, mientras que los 32 gigas de almacenamiento interno crecen a 64, aunque ambos son ampliables con tarjetas microSD.

Sin embargo, la nueva versión conserva el procesador Nvidia Tegra y la resolución HD de 1.280 por 720 píxeles de su antecesora, por lo que no existe una mejora en ese sentido.

Además de que la batería continúa dando un rendimiento promedio de cinco horas jugables con un tiempo de carga de tres horas, algo que no afecta en el peso del dispositivo, pero tampoco proporciona una ventaja sustancial para quienes suelen cargar con la consola en la mochila.

Aunque los dos competidores principales de Nintendo, Microsoft y Sony, han lanzado de forma relativamente reciente sus consolas Xbox Series X y el PS5, no parece ser que la marca nipona anuncie de forma inminente un nuevo producto innovador para adelantar a sus rivales.

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