En gran medida, el Reino Unido ha fijado las reglas en el camino de la pandemia por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, y así como inició la vacunación en diciembre pasado, y planteó su plan gradual de desconfinamiento y cancelación de cuarentenas hace unas semanas, ayer dio el paso hacia el levantamiento total de restricciones a partir del 19 de julio.

El planteamiento del premier Boris Johnson se basa en la urgencia de reabrir la economía y actividades sociales en general antes de que termine el presente verano: uno, porque es más plausible que hacerlo durante el invierno; y dos, porque sería peor dejarlo hasta el siguiente año.

“Debemos ser honestos con nosotros mismos. Si no podemos reabrir nuestra sociedad en las próximas semanas, cuando nos ayudarán la llegada del verano y las vacaciones escolares, debemos preguntarnos: ¿cuándo podremos volver a la normalidad?”, se preguntó de forma retórica.

Llevar mascarilla y respetar el distanciamiento físico dejará de ser obligatorio en Inglaterra a partir del 19 de julio porque, abundó Johnson, quien ya padeció el virus de forma no tan inocua, hay que aprender a vivir con el coronavirus, aunque mostrándose prudentes.

Hoy en día, el número de casos diarios se dispara en torno a 25 mil gracias a la muy contagiosa variante Delta, y aunque las vacunas ayudan a que no se traduzca en un fuerte aumento de hospitalizaciones y muertes en la nación europea, hacia los próximos días los contagios se podrían duplicar.

A pesar de ello, la apertura se llevará a cabo. El Ejecutivo anunció un sistema por el cual los británicos totalmente vacunados podrán ir de vacaciones a países como España y la mayor parte de Europa, sin cuarentenas.

El lunes 19 reabrirán discotecas y locales de ocio nocturno con la posibilidad de bailar y consumir en la barra, no habrá limitaciones a las reuniones privadas ni a grandes eventos como conciertos o partidos y terminará la consigna del trabajo a distancia. Se abandonará la imposición legal de llevar mascarilla en lugares cerrados y respetar un metro y medio de distancia.

Cambiando obligación por “sentido común”, el premier instó a la población a acostumbrarse a esta normalidad, siguiendo algunos consabidos consejos.

CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS

FRASE

“Al llegar al cuarto paso debemos equilibrar riesgos: los de la enfermedad y los de continuar con restricciones impuestas legalmente, que inevitablemente cobran su precio en la vida de las personas”

Boris Johnson
Primer ministro británico

Levanta cejas vía extrema de Johnson: es imprudente

Si bien el vínculo entre contagios y hospitalizaciones se ha roto gracias a la masiva campaña de vacunación realizada en el Reino Unido, donde 86% de los mayores de 18 años ya recibió una primera inyección y casi 65% la pauta completa de dos dosis, lo que a su vez ha permitido que al 1 de julio solo hubiera mil 905 hospitalizados con síntomas graves de Covid-19 en el país… expertos y miembros de la oposición criticaron la decisión de suprimir la obligatoriedad de las mascarillas por considerarla imprudente.

Uno de ellos fue el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, otro Stephen Reicher, profesor de Psicología Social en la Universidad de Saint Andrews, quien consideró: “Es espantoso hacer de todas las protecciones una cuestión de elección personal, cuando el mensaje clave es que la pandemia no es una cuestión de ‘yo’ sino de ‘nosotros’; tu comportamiento afecta a mi salud”.

La opinión pública parece estar en la misma línea, pues 71% de los encuestados quiere que las mascarillas sigan siendo obligatorias en el transporte público y en las tiendas, según un sondeo de YouGov entre 2 mil 649 adultos británicos.

Preguntados al respecto durante la rueda de prensa con el premier Boris Johnson, los dos máximos responsables médico y científico del país, Chris Whitty y Patrick Vallance, respectivamente, afirmaron que ellos seguirían usando mascarilla en lugares cerrados y concurridos.

La nación aún aplica hoy en día casi 190 mil vacunas cada 24 horas, con 27 mil contagios y alrededor de una decena de muertes por jornada.

También suben casos en Francia y España

La situación sanitaria en España se deterioró en últimos días con un aumento de contagios de Covid-19 entre jóvenes, una situación que obliga a estudiar un endurecimiento de restricciones. La incidencia acumulada es de 204 casos por 100 mil habitantes en los últimos 14 días, frente a una media de 152 el viernes.

En tanto, Francia podría enfrentar una cuarta ola a finales de julio debido a la propagación de la variante Delta, que representa 30% de las nuevas infecciones en el país. Una cuarta ola de infecciones sí es posible a finales de mes, según confirmó el ministerio de Salud.
LEG