El niño prodigio del cine canadiense, Xavier Dolan, vuelve a México con Matthias & Maxime (2019), un filme sobre la identidad sexual, cuyo estreno en los circuitos comercial y cultural de cine coincide con la semana del orgullo LGBTTT, que tuvo su clímax con la marcha del domingo 27 de junio.

La historia, protagonizada por el mismo Dolan, se centra en la relación de dos amigos desde la infancia, quienes durante una fiesta se ven acorralados en el encuadre de un beso fortuito por un cortometraje escolar, que lleva a ambos a descubrir –o más bien a rememorar– una identidad homosexual aplazada.

Matthias (Gabriel D’Almeida) es un exitoso joven abogado cuya carrera está a punto de consolidarse; y Maxime (Dolan) es un barman con un contexto familiar asfixiante –con una madre violenta y adicta que se niega a recibir cuidados–, a punto de irse a vivir a Melbourne, Australia, para darse un respiro.

Matthias & Maxime fue parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Cannes 2019, cuyo jurado presidió Alejandro González Iñárritu, donde compitió por la Palma de Oro, la Queer Palm y por mejor guion, pero para su mala suerte enfrentó y perdió en la primera categoría ante Parásitos, la sobrevalorada cinta de Bong Joon-ho, y en las otras dos sucumbió ante Retrato de una mujer en llamas, obra maestra de Céline Sciamma. Sólo obtuvo un premio por la banda sonora de Jean-Michel Blais.

Rezagado su estreno en México y el mundo por la pandemia, la crítica se ensañó con la película después de la luna de miel que había vivido con Dolan a raíz de sus siete producciones anteriores, principalmente con Yo maté a mi madre, con la que debutó en 2009 y ganó la Palma de Oro en Cannes.

Matthias & Maxime, distribuida por Nueva Era Films, se estrena el jueves 24 de junio en cines comerciales y Cineteca Nacional, que ha mostrado una gran apertura al cine sobre diversidad sexual.

En un mensaje videograbado de Dolan (Montreal, 1989), el director, guionista y productor de 32 años refiere que Matthias & Maxime es una película sobre el amor y la amistad, la primera que hace sobre un grupo de amigos y ya no sobre relaciones de pareja o familiares, de madre e hijo, como Mommy (Mami, 2014), otro de sus filmes de culto que compitió en Cannes y se llevó el Gran Premio del Jurado.

De hecho la interacción es mínima entre Matt y Max (un Dolan que aparece como personaje con una gran marca de nacimiento que le cubre casi todo un lado de su cara); el beso, convertido en leit motiv que persigue a los protagonistas, más bien relanza sus relaciones familiares, sociales y laborales.

No es la primera película del joven cineasta en la que aborda el drama amoroso y la diversidad sexual. Ya en su tercer largometraje Laurence, de todas formas (2012) había presentado la historia de una mujer transgénero en la década de los noventa, también seleccionada en Cannes en Una cierta mirada.

Mención aparte son la excelente fotografía de André Turpin, en especial en la escena posterior al beso en la que Matthias se sumerge y refugia en el lago que rodea la cabaña donde ocurrió, sólo por esa metáfora la cinta amerita verla; la dirección artística de Colombe Raby y la edición del mismo Dolan.

Aunque no sea lo mejor del realizador quebequense, sin duda Matthias & Maxime posee su magia.

 

LEG